A los 36 minutos, Panamá tuvo una chance clarísima. José Fajardo se mandó un remate de media distancia que pasó rozando el arco defendido por Sergio Rochet. Los dirigidos por Thomas Christiansen tuvieron su primera llegada clara. Hasta ahí, todo era para la Celeste. Marcelo Bielsa, tras un año de trabajo, ha dejado su huella en Uruguay. La escuadra charrúa desplegó mucha intensidad y llevó la batuta en su debut en la Copa América, imponiéndose 3-1 ante Panamá. Con los laterales casi como extremos, forzando el error rival y desaprovechando algunas oportunidades, Uruguay demostró supremacía.
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Un inicio fulminante para Uruguay
El primer golpe charrúa llegó rápido. El extremo del Toluca, Maximiliano Araujo, sorprendió con un zurdazo bombeado desde la entrada del área en el sector izquierdo, tras una jugada muy bien tejida por Uruguay. El lateral Matías Viña se sumó al ataque, centralizó y Darwin Núñez dejó pasar el balón para que Araujo definiera. ¡Todo muy de Bielsa! Esa jugada fue un manual de fútbol bielsista que se repitió durante todo el encuentro. Pase atrás y centro, un Uruguay mecánico que jugó bien.
La arremetida panameña y el nerviosismo en Montevideo
Los mejores minutos de los canaleros llegaron entre los 50 y 60 minutos. En esos instantes, tuvieron cuatro chances para empatar el partido, poniendo nerviosos a más de uno en Montevideo. Principalmente con contraataques y balones detenidos, tres ocasiones al hilo fueron con disparos desviados. Pero en la cuarta, Sergio Rochet se erigió como el héroe. Ahí desapareció el bielsismo por momentos, reviviendo la costumbre uruguaya de replegarse para evitar el empate. El rosarino no estaba conforme.
El impacto de los cambios y el resurgir celeste
Para darle más movilidad al mediocampo, Nicolás de la Cruz ingresó con el objetivo de que la Celeste recupere el protagonismo y haga circular la pelota con mayor fluidez. La movida le resultó al Loco y Uruguay retomó las riendas. De La Cruz fue clave, organizando las jugadas y llegando hasta posición de remate. También Federico Valverde aprovechó su potencia de disparo para generar peligro. A esa altura, el segundo gol de los sudamericanos era inminente.
Momento de gloria para Núñez y Viña
Con solo 15 minutos para el final, y el gol aún esquivo para un errático Darwin Núñez, los hinchas clamaban por Luis Suárez. “¡Olé, olé, Lucho, Lucho!”, cantaban desde las gradas del Hard Rock Stadium de Miami. Pero Bielsa no hizo caso y dio paso a Rodrigo Bentancur, buscando recuperar la pelota.
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Las decisiones del estratega tuvieron su premio. El principal acierto fue mantener a Núñez en la cancha. Tras errar dos oportunidades claras, a la tercera fue la vencida: capturó un rebote en el área y en una posición inmejorable batió al portero Mosquera, desatando la alegría de tres millones de uruguayos y de un eufórico Bielsa, que celebró con intensidad el tanto definitivo.
La guinda del pastel
En el tiempo adicional, Matías Viña puso la guinda del pastel y Michael Murillo anotó el gol del honor para Panamá. Así, Uruguay selló una victoria contundente en su debut en la Copa América, demostrando que el sello de Bielsa está más vivo que nunca. ¡Qué partido, señoras y señores!