A un mes de que el Club América se coronara campeón del Clausura 2024 en un duelo cargado de controversia contra el Cruz Azul, el árbitro Marco Antonio “Gato” Ortiz ha decidido romper el silencio respecto a su controversial actuación en el Estadio Azteca.
El Gato Ortiz da la cara
El encuentro fue un verdadero hervidero de emociones, con el momento cumbre en el minuto 70. El Gato Ortiz señaló con determinación el punto penal tras una falta de Carlos Rotondi sobre Israel Reyes. Esta decisión, ratificada después de una extensa revisión en el VAR, ha sido objeto de intensas críticas por aficionados y expertos. No obstante, Ortiz defiende firmemente la validez de su llamado.
En una reciente entrevista para W Deportes, donde iluminó los desafíos cotidianos de su labor, Ortiz se mostró seguro de haber tomado la decisión correcta.
“¿Polémica para quién? Las decisiones se fundamentan en las reglas del juego. Para nosotros, como especialistas, no hay polémica,” aseveró con notable convicción.
“Tomamos una decisión en la cancha y atendimos la recomendación de revisarla. Puede pasar que se te escape algo, pero cuando estuve frente al monitor, vi exactamente lo mismo que había visto en el campo y reafirmé mi decisión,” explicó.
Controversia y resiliencia
La designación de Ortiz como árbitro central fue objeto de múltiples críticas desde antes del partido, y las voces en su contra se amplificaron tras su actuación, especialmente por la jugada que facilitó el decimoquinto título de Liga MX para el América.
Sobre este aspecto, Ortiz confesó que esta jugada marcará un antes y un después en su carrera, aunque subrayó que se siente tranquilo con su proceder, ignorando los juicios externos.
“Esta jugada va a ser un hito en mi carrera. Hoy, las críticas, los memes y las redes sociales son parte integral del día a día. Una decisión de tal calado tiene un impacto gigantesco, y sabemos que a veces te dan o te quitan. Más allá de lo que se diga en redes, nosotros estamos fuertes y enfocados en nuestras metas como árbitros,” concluyó con la firmeza de un veterano en el ojo del huracán.
