Barcelona resurge en Vallecas: La irrupción de Dani Olmo enciende a los azulgranas
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El nombre de la semana en Barcelona brilló también en el duelo de Vallecas. Tras una serie interminable de movimientos estratégicos de Laporta y su Junta para inscribir a Dani Olmo para el tercer partido de Liga –tras perderse los enfrentamientos ante Athletic y Valencia–, el mediapunta justificó plenamente la confianza de Deco y Flick.
El esperado debut de Olmo
El de Terrassa comenzó en el banquillo a pesar de estar listo para jugar, esperando su momento como un león enjaulado. No fue hasta el descanso cuando Flick decidió que era el momento de liberar a la fiera. Olmo entró en sustitución de Ferran y su impacto fue inmediato. Como una brisa fresca, transformó el ataque enviando a Raphinha a la banda izquierda, una zona que había estado huérfana de creatividad, y dando a Lamine y Pedri un nuevo socio cerca del área. El jugador catalán no tardó en dejar su marca: un tremendo zapatazo desde más de treinta metros que hizo estremecer a todo el estadio Vallecas, alertando a todos de que algo importante estaba a punto de ocurrir.
Olmo, la chispa de la remontada
Olmo ingresó como interior pero con una libertad absoluta para moverse según lo demandara el equipo, como un bailarín improvisando en un escenario. Un par de miradas cómplices entre él y Lamine bastaron para que el extremo lo asistiera y, con un toque exquisito de zurda, Olmo firmara el gol de la remontada. La segunda mitad, con Olmo como eje central, evidenció una mejora sustancial de un Barça que, hasta ese momento, había estado sin rumbo.
Un Barça físico y combativo
La condición física del equipo de Flick fue determinante para mantener un mínimo de competitividad. Raphinha cabalgó incesantemente por la banda, mientras que Pedri no dejó de bajar a recibir y aparecer en la frontal, en un toma y daca constante con el Rayo. La intensidad del encuentro fue un reflejo de dos equipos luchando como titanes en un duelo épico.
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Palabras de desgaste
«Son muchos partidos en dos semanas y recién empieza la temporada. El futbolista va a acabar reventado. Ya estamos escuchando lesiones por todos lados, creo que se podría hacer mejor. Aquí lo dejo para quien tenga que tomar las decisiones», declaró un exhausto Isi Palazón al finalizar el encuentro, dejando en evidencia el desgaste del Rayo, con Camello, Álvaro García y Óscar Valentín acabando tocados y sustituidos.
La otra cara de la moneda
Al contrario, el Barça voló durante la segunda mitad como si estuviera en el pico de forma de la temporada. Sin embargo, la alegría se transformó en preocupación tras la lesión de Marc Bernal, cuyo rostro al final del partido reflejaba la gravedad del problema. «Es una victoria triste por la lesión de Marc. Nadie está contento», confirmó Flick tras el partido. Desde el club se teme lo peor y las primeras exploraciones ya hablan de una posible rotura de ligamento, aunque hoy se realizarán más pruebas para confirmar el alcance de la lesión.
Esta victoria, empañada por la mala suerte, muestra que el Barça de Flick tiene mucho más que ofrecer y que, pese a los contratiempos, la chispa de Dani Olmo puede ser el comienzo de algo grandioso. Un resplandor de esperanza en un equipo que busca reavivar su esencia.