El pitazo final en el electrizante estadio Bank of America marcó no solo la victoria de Colombia sobre Uruguay para avanzar a la gran final de la Copa América, sino también un inesperado tumulto en el campo. Las cámaras captaron un altercado entre dos pesos pesados del fútbol sudamericano: Miguel Borja y Luis Suárez.
Apenas había iniciado la segunda mitad cuando el experimentado Suárez estuvo a centímetros de silenciar al tricolor, estrellando un misil desde el borde del área contra el palo izquierdo de Camilo Vargas. ¡Uff, qué momento! Pero el desencanto del charrúa no terminó con ese remate. Al concluir el cotejo, Borja festejó efusivamente, incomodando a la banca uruguaya.
Las Quejas de Suárez Tras el Partido
En zona mixta, el delantero del Inter Miami no se quedó callado. “Siempre hay rifirrafe, risas, palabras, lo que sea. Pero lo que más molesta es la forma de babosear, de celebrar, no tiene ningún sentido”, expresó, visiblemente disgustado. Suárez enfatizó que al eliminar a Brasil, los suyos mostraron respeto. “Nosotros eliminamos a Brasil y ninguno le pasó por delante a ningún jugador de Brasil. Al contrario, fuimos a saludarlo, somos colegas de la cancha, sabemos el sufrimiento que se vive en una derrota” dijo, y agregó, “Pasar así delante de un compañero de profesión queda feo, pero el de arriba está mirando todo y todo vuelve”.
Mirá también:Renato Tapia en Riesgo: Podría Perderse la Copa AméricaPalabras de Giménez y Tensión en las Gradas
Como si fuera poco, la tensión se trasladó a las gradas. En la tribuna occidental, seguidores de ambos equipos protagonizaron disturbios que obligaron a jugadores como Darwin Núñez y Ronald Araújo a intervenir para proteger a sus familiares. El defensor José María Giménez relató con indignación la situación. “Nuestras familias corrieron peligro. Tuvimos que meternos en la tribuna a sacar a nuestros seres queridos con bebés recién nacidos. No había un solo policía. Cayeron a la media hora. Nosotros estábamos ahí, dando la cara por los nuestros”.
El jugador del Atlético de Madrid tambien hizo un llamado a los organizadores del evento: “Ojalá que los que están organizando esto tengan un poco más de cuidado con las familias, con la gente y con los alrededores de los estadios. Es todo un desastre. Todos los partidos pasa lo mismo. Nuestras familias sufren por culpa de algunos que se toman dos traguitos de alcohol. Ojalá que esto no vuelva a suceder”.
Un Final agridulce y un Llamado a la Reflexión
El resultado del partido dejó a Colombia celebrando, pero las sombras de los incidentes opacaron el desempeño en la cancha. Las apasionadas palabras de Suárez y Giménez pintan un escenario de rivalidades intensas que van más allá de los 90 minutos. ¡Que ruede el balón, pero en paz!
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