Desde que Ricardo Gareca asumió la dirección técnica de la selección chilena, todas las miradas estaban puestas en las Eliminatorias para el Mundial 2026. Sin embargo, antes de ese desafío monumental, había otra tarea importante: la Copa América en Estados Unidos. Este torneo no solo es una prueba de fuego para el «Tigre» Gareca, sino también la plataforma ideal para construir un equipo cohesionante y asimilar su filosofía de juego. Tras acumular un punto y ningún gol en dos partidos, la Roja llega al cierre de la fase de grupos sin margen de error, pero dependiendo de sí misma. Para seguir soñando con el cetro continental, tiene que ganar a Canadá. No hay más.
Inter&Co Stadium de Orlando, con capacidad para 25.500 espectadores, será el escenario de esta auténtica final (20:00 horas) frente a los norteamericanos. Este partido es crucial para el Equipo de Todos, ya que se juega el pase a la siguiente ronda. En paralelo, se disputará el duelo entre Argentina y Perú en Miami, un partido que también será clave para la definición del grupo A.
¿Qué necesita la Selección?
Debe ganar. El empate no sirve. Una victoria sobre los canadienses, sumada a que los peruanos no derroten a la Albiceleste (que jugará con un equipo alternativo, ya estando clasificada), permitirá el avance de la Roja. La igualdad le basta al cuadro de la Hoja de Maple, dirigido por el estadounidense Jesse Marsch, para asegurar su histórica clasificación en su primera Copa América.
Una baja significativa
Chile deberá afrontar el partido sin su entrenador, dando una ventaja considerable en un partido de alta tensión. Por una sanción de la Conmebol, Ricardo Gareca no estará al borde de la cancha este sábado. Su ayudante, Sergio Santín, asumió la vocería del equipo en la rueda de prensa del viernes, irradiando optimismo de cara a este crucial encuentro.
“La seguridad está sobre resultados inmediatos, funcionamiento, rendimiento, personalidad, en el día a día que tenemos con todos. En base a todo, creemos en la posibilidad de clasificar, de seguir adelante, de llegar hasta el final. Seguimos creyendo en eso. Permítanos, porque puede ser una gran realidad. De acuerdo a lo que vemos, lo que tenemos, es muy posible”, declaró uno de los escuderos del Tigre.
Antecedentes y expectativas
La Selección llega al tercer partido con las chances intactas, pero con dos desempeños previos que dejaron sensaciones encontradas. El debut con Perú fue decepcionante, porque había altas expectativas debido a los buenos amistosos previos. Dominar la pelota contra la Bicolor no se tradujo en ocasiones de gol, apenas se pateó al arco. Luego, ante Argentina, la Roja decidió ponerse el overol y la resistencia duró 88 minutos. Chile eligió ceder la iniciativa y casi roba un punto, más allá del criticado desempeño del árbitro uruguayo Andrés Matonte, cuya polémica actuación sigue resonando.
Un encuentro histórico
El seleccionado absoluto enfrentará a su par canadiense después de 29 años. La última vez que se vieron las caras fue en un amistoso el 11 de octubre de 1995 en Concepción, cuando la Roja, dirigida por Xabier Azkargorta, venció 2-0 con goles de Sebastián Rozental y Marcelo Salas.
Independientemente del resultado, el conjunto nacional aspira a defender una larga racha en la Copa América: la última vez que la Selección quedó eliminada en la fase grupal del torneo fue hace 20 años. Ocurrió en Perú 2004, con Juvenal Olmos al mando, cuando el cuadro chileno quedó último del grupo C, sumando un punto tras dos derrotas (1-0 con Brasil y 2-1 con Costa Rica) y un empate (1-1 con Paraguay).
Ese plantel contaba con jugadores como Sebastián González, Rafael Olarra, Milovan Mirosevic, Mark González, Luis Jiménez y un joven Claudio Bravo, quien forjaba su carrera en Colo Colo. Hoy, con 41 años, Bravo sigue siendo el 1 de la Roja, un testimonio vivo del compromiso y la entrega que caracteriza a nuestra selección.
¡Vamos, Chile! ¡A dejarlo todo en la cancha y a seguir soñando con la gloria continental!