El fútbol colombiano en los últimos meses ha sido una olla a presión con el tema de las apuestas ilegales, dejando a jugadores de clubes enlodados hasta las trancas. Sin embargo, hay casos como el de Jeison Quiñones, quien ha tenido la desdicha de ver su identidad suplantada para llevar a cabo estos actos delictivos.
Indignación en las redes sociales
El actual baluarte defensivo de Águilas Doradas, Jeison Quiñones, levantó la voz en sus redes sociales para expresar su malestar y rechazar contundentemente la acción de personas inescrupulosas que, utilizando números de contacto falsos, han estado apostando ilegalmente en su nombre.
«Por medio de la presente quiero manifestar mi inconformidad y rechazo sobre todos los rumores que están afectando mi buen nombre. Hay personas inescrupulosas con malas intenciones que se están haciendo pasar por mí, utilizando números de teléfono falsos y dañando mi imagen como jugador de futbol, para involucrarme en las apuestas deportivas».
Acolfutpro al rescate
En una jugada digna de un partido épico, Acolfutpro, la entidad que honra la defensa de los futbolistas en Colombia, saltó al campo para respaldar a Quiñones, compartiendo la denuncia en un intento por desenmascarar a los responsables y llevarlos hasta el banquillo de los acusados.
“Por ahora, la denuncia está interpuesta y sus abogados trabajan insistentemente en el caso de suplantación de identidad de Jeison Quiñones, quien finalizó dejando claro que es ‘un hombre trabajador y correcto que me he ganado las cosas con mi esfuerzo y sacrificio’”, mencionó uno de los voceros de Acolfutpro.
¿Cuál será el destino de esta jugada?
El balón está en las manos de las autoridades colombianas, quienes deberán driblar las trabas y barreras legales para desenmascarar a los malhechores y limpiar el nombre de Quiñones. La afición sigue pendiente, esperando que esta situación que parece un tiro libre directo al corazón, se resuelva a favor de la justicia y la verdad.
En el campo de juego y fuera de él, la integridad y el profesionalismo deben ser inquebrantables, y jugadores como Jeison Quiñones no deben cargar con la cruz de actos que no cometieron. La batalla continúa, y el fútbol colombiano espera que la justicia meta un golazo en este caso.