Millonarios en alerta: Daniel Cataño sufre preocupante lesión en El Campín
Una noche de fútbol que prometía magia se convirtió en angustia para los hinchas de Millonarios. Este miércoles 25 de septiembre, durante el partido en el que el embajador enfrentó a Jaguares de Córdoba en El Campín, por la fecha 11 de la Liga BetPlay II-2024, el talentoso ’10’ embajador, Daniel Cataño, sufrió una preocupante lesión.
El ‘crack’ azul, que venía dando cátedra con lujos y jugadas desequilibrantes, vio su noche truncada al minuto 33. En una jugada donde superaba elegantemente a Juan Camilo Roa, una falta del jugador de Jaguares hizo que Cataño cayera al césped con claros signos de dolor. Roa fue inmediatamente amonestado por el árbitro Héctor Alexander Rivera, pero la atención se centró en Cataño, quien se retorcía en el campo.
El drama en la cancha
El cuerpo médico de Millonarios no tardó ni un segundo en correr al auxilio del ’10’. Después de una revisión rápida pero cuidadosa, se decidió que Cataño no podía continuar. El técnico no tuvo más alternativa que mandar a calentar a David Mackalister Silva, quien entró en su reemplazo.
La salida en camilla
Entre el dolor y la preocupación, Cataño fue retirado del campo en camilla, dejando a todo El Campín en un silencio sepulcral. La hinchada, acostumbrada a su magia, quedó atónita al ver cómo el volante se iba del partido, y ahora, con el corazón encogido, esperan un reporte médico oficial que confirme la gravedad de su lesión.
¿Y ahora qué?
La salida de Cataño es sin duda un golpe bajo para Millonarios, que pierde a uno de sus jugadores más influyentes. La pregunta en la mente de todos es: ¿Cuánto tiempo estará fuera de las canchas? Pero más allá del tiempo, lo que realmente importa es que vuelva en su mejor forma y siga deleitando a la afición con su calidad y creatividad únicas.
Los seguidores del embajador ahora solo pueden esperar con el alma en vilo que la lesión no sea tan grave como parece, y mientras tanto, se encomiendan a la experiencia de Mackalister Silva para llenar el vacío que deja Cataño.
La jornada deja claro que el fútbol no solo es un juego de gambetas y goles, sino también de sorpresas y drama, donde cada minuto puede transformarse en una verdadera montaña rusa de emociones.