El portero tolimense Aldair Quintana encendió la fiesta en Bucaramanga tras una noche histórica para la institución, luego de atajar el lanzamiento de Julián Millán, decretando la victoria 6-5 para los santanderanos, tras igualar 3-3 en el marcador global de la gran final.
Una atajada que quedará en la memoria
El arquero leopardo no solo atajó un penal, ¡atrapó los sueños de toda una hinchada sedienta de gloria! Tras un encuentro cargado de emociones y bajo una lluvia torrencial, Aldair Quintana se convirtió en el héroe indiscutible al detener el disparo definitivo de Millán. Los corazones de miles de bumangueses palpitaron al unísono mientras el reloj se detenía, ¡qué momento!
El partido, un thriller digno de Hollywood
Quintana, de 29 años, habló sobre este histórico capítulo tanto para el club como para su carrera deportiva, aunque con su característica humildad resaltó el trabajo colectivo. «Feliz por haberle dado esta alegría a toda la hinchada del Bucaramanga, se lo merecían, 75 años, Dios nos dio la bendición y la oportunidad de poderles dar esta alegría”, dijo con una sonrisa amplia que reflejaba su inmensa alegría.
Un equipo entregado hasta el último suspiro
El héroe de la noche, con su presencia imponente bajo los tres palos, reconoció que la verdadera estrella fue todo el plantel auriverde. «Quizás hoy todo se ve reflejado en los penales, pero creo que las figuras son todos los muchachos, el esfuerzo que hicieron», apuntó Quintana, mientras a su alrededor el estadio explotaba en júbilo.
Mientras caían las primeras gotas de una noche que parecía interminable, Santa Fe sometió a Bucaramanga a un pulso que se extendió hasta los tiros desde los doce pasos. «El partido fue muy complejo, todo el partido llovió, la cancha estuvo muy pesada, Santa Fe es un gran equipo, hoy nos sometió a lo último. Gracias a Dios en los penales se nos dio el triunfo”, añadió el guardameta, destacando la tenacidad de sus compañeros que nunca bajaron los brazos.
Esperando el guiño del juez de línea
Muchos se preguntaron por qué Quintana no celebró de inmediato tras detener el penal crucial, a lo que el arquero explicó: «Estaba esperando que el línea confirmara que mi penal había sido bien atajado, que tenía el pie en la línea. Cuando ya me dijo que estaba confirmado, fue una sensación indescriptible”.
Una declaración de amor a Bucaramanga
Finalmente, el portero no dejó pasar la oportunidad para agradecer al club y a la ciudad que lo ha acogido con los brazos abiertos desde su llegada: «Hoy estoy acá en Bucaramanga. Desde el primer momento que llegué me han hecho sentir muy bien, muy feliz y hoy quedamos en la historia del club.»
La noche cerró con un estadio Alfonso López convertido en un mar de alegría y esperanza, donde los cánticos de la hinchada resonaban con fuerza, celebrando no solo la victoria, sino el inicio de una nueva era dorada para el club santandereano. ¡Vamos, Bucaramanga!