El corazón crema se quedó con las ganas de ver a Raúl Ruidíaz vistiendo la camiseta de Universitario de Deportes nuevamente. ¡Sí, señores! Y es que el técnico Bustos no solo se animó a poner las cartas sobre la mesa, sino que sacó todo el as bajo la manga para contarnos la verdadera historia detrás de la frustrada llegada del «Pulga» a la ‘U’.
El sueño que pudo ser realidad
La historia es de esas que te dejan al borde del asiento, como si estuvieras viendo una final en penales. Bustos, con ese aire de estratega que lo caracteriza, confesó en una entrevista que Ruidíaz tenía el deseo ardiente de regresar a Universitario. “Él quería”, recalcó con determinación, mostrando la pasión que el delantero tenía por volver al club de sus amores.
¿Qué fue lo que pasó?
“Todo estaba en bandeja de plata”, así lo describió Bustos. La negociación avanzaba viento en popa y los hinchas ya se imaginaban coreando el nombre de Ruidíaz en el Monumental, como si fuera una melodía que nunca pasara de moda. Pero de pronto, llegó el desenlace inesperado, casi como cuando un balonazo pega en el poste y se niega a entrar. Bustos detalló que, a pesar del deseo del delantero, factores externos jugaron en contra.
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Un cariño que no se apaga
Bustos narró cómo Ruidíaz, pese a las dificultades, mostró su amor incondicional por la ‘U’. El técnico, como quien cuenta una anécdota de barrio, recordó las palabras del delantero: «Mi corazón siempre será crema», dijo Ruidíaz. Y es que la relación entre el jugador y Universitario es como esas historias de amor que, aunque complicadas, nunca se olvidan.
La pelota sigue rodando
A pesar de este traspié, Bustos no pierde la esperanza. «Esto no es un adiós, es un hasta luego», mencionó con una sonrisa llena de optimismo, como si tuviera un plan B escondido entre sus alineaciones tácticas. El técnico sabe que el mundo del fútbol es impredecible y las puertas siempre pueden volver a abrirse.
En conclusión, la historia de la frustrada llegada de Raúl Ruidíaz a Universitario de Deportes es un recordatorio de que, en el fútbol, como en la vida, no todo está dicho hasta el pitazo final. Y quién sabe, quizás algún día veamos al «Pulga» volver al césped del Monumental, regalándonos esas joyas de gol a las que ya nos tenía acostumbrados. ¡A mantener la fe, hinchada crema!
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