Luisa Agudelo se convierte en la figura estelar de la Selección Colombia en el Mundial Femenino Sub-20, llevándonos de la mano hacia un sueño cada vez más tangible. La portera de tan solo 17 años, oriunda del Valle del Cauca, ha logrado lo que pocos: mantener su portería imbatida en 4 partidos del certamen y llevar a la Tricolor a los cuartos de final, con la vista puesta en ser finalistas.
Este miércoles 11 de septiembre, frente a Corea del Sur, Luisa volvió a dejar claro por qué es una pieza clave en el equipo de Carlos Paniagua. Su actuación fue determinante para conservar el cero en su arco, prolongando su racha a 360 minutos sin recibir gol. Mientras que Brasil y España, que también avanzaron a cuartos, concedieron goles a Camerún y Canadá respectivamente, Agudelo sigue siendo la reina indiscutible del torneo.
Una protección inexpugnable
La joven arquera se ha establecido como un verdadero murallón para la Selección Colombia. Ningún balón ha logrado penetrar su arco, lo que la convierte en la única portera invicta en este Mundial 2024. Esto no es una tarea menor, ya que entre las competiciones y las jugadas peligrosas, Luisa ha demostrado reflejos felinos y una seguridad que bien podría envidiar cualquier veterano del fútbol.
¿Final sin recibir goles? Un sueño dorado
¿Y por qué no llegar a la final sin recibir un gol? Sería la consagración definitiva para Luisa Fernanda, rompiendo récords que han perdurado en la historia de los Mundiales Sub-20. Hasta ahora, solo Alemania en 2012 y Corea del Norte en 2006 se acercaron a esta hazaña, recibiendo solo un gol durante todo el torneo. Las germanas fueron subcampeonas, cayendo 1-0 ante Estados Unidos en la final, mientras que las norcoreanas se coronaron campeonas a pesar de un solitario gol en contra durante los cuartos.
Un muro infranqueable
Imaginen por un momento la tensión de esos 90 minutos, cada disparo atajado, cada centro desviado, cada grito de sus compañeros reconociendo su excelencia en el arco. Agudelo no solo es una portera; es un faro de esperanza y solidez para la Selección Colombia. Su imbatibilidad no es solo un número; es una declaración de determinación, talento y esfuerzo conjunto.
La portería colombiana, comandada por la joven prodigio, se ha convertido en una barrera impenetrable, y con cada partido, el sueño de la final se siente más cerca y más vibrante. El camino al oro aún tiene obstáculos, pero con Luisa en el campo, la Tricolor tiene razones de sobra para soñar en grande. Vamos Colombia, que este Mundial aún tiene mucho que contar y quién sabe, quizás una histórica consagración nos espere.
