En la segunda jornada del grupo D de la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA, que se disputa en Colombia, Corea del Sur y Venezuela sellaron un empate sin goles este miércoles en el estadio de Techo en Bogotá. Aunque el marcador no se movió, el encuentro dejó una huella imborrable en el torneo y en los corazones de las jugadoras y fanáticos.
Un Empate con Sabor a Historia
Asiáticas y sudamericanas, quienes habían mordido el polvo en su debut, tenían la necesidad imperiosa de sumar puntos para mantener vivas sus esperanzas de avanzar a octavos de final. Esta necesidad se reflejó en el nerviosismo y la presión que dominaron el encuentro, haciendo que ambas escuadras estuvieran lejos de su mejor versión.
- Venezuela obtuvo su primer punto en la historia de los Mundiales Sub-20. Una hazaña que sin duda resonará por mucho tiempo en el ámbito futbolístico venezolano.
- Corea del Sur también puso en su casillero un punto de honor, que aunque no suficiente, sí sirve como bálsamo tras su derrota inicial.
Tensión en el Campo
El partido estuvo lleno de nervios, como si las jugadoras estuvieran caminando sobre una cuerda floja en cada jugada. El miedo a cometer errores se hizo palpable, provocando imprecisiones en los pases y pocas opciones de gol claras. Cada balón parecía pesar una tonelada y cada jugadora era como un equilibrista en una cuerda floja.
Una Anécdota para el Recuerdo
Aunque el 0-0 podría parecer insípido para algunos, este empate será recordado como el primer partido sin goles en esta edición de la Copa del Mundo Fememina Sub-20. En un torneo que ha visto un diluvio de anotaciones, este marcador destacó no solo por romper la tónica de goles, sino también por el simbolismo para ambas selecciones.
En fin, si bien el empate no llenó los ojos de los aficionados con goles, sí ofreció una carga emocional y un hito histórico para Venezuela y Corea del Sur que no serán olvidados fácilmente. El fútbol, como la vida, a veces premia el esfuerzo en formas que van más allá del marcador final.