«Tengo entendido que en los próximos días un futbolista de primer nivel puede anunciar su homosexualidad», revela la periodista Lorena González (Barcelona, 1984) en una conversación sobre la aceptación de un futbolista gay en España. «Creo que tendrían que aguantar insultos, sobre todo, cuando las cosas no fueran bien en el fútbol. En el fútbol masculino hay demasiada testosterona mal llevada y es un ambiente hostil y muy machista», afirma la autora de ‘Guarda silencio’.
Es la primera obra de la comunicadora catalana, una novela que aborda la homosexualidad, la salud mental y el suicidio. Sus protagonistas, Gabriel Baroli y Álvaro de la Cruz, son futbolistas ficticios que enfrentan dificultades similares a las vividas por algunos jugadores reales que Lorena ha conocido. «Cuando podemos sentarnos con futbolistas, entrenadores o gente del fútbol y te muestran cómo es su vida, realmente no es como creemos», reflexiona González, quien también analiza el impacto de las redes sociales en el fútbol y la sociedad. «No me gusta ni mi tuit ni el de Juan Carlos, pero sobre todo no me gustó el comentario de Nerea», explica sobre la reciente polémica en torno a Camavinga.
Una novela valiente y necesaria
En su primera novela, ha decidido abordar temas delicados y necesarios. «Quería un abanico de historias que pudiesen llegar a cualquier persona, no solo a aquellos interesados en el fútbol o temas LGTBI. He hablado del desarraigo, del duelo, de la soledad, del miedo, y de cómo estos aspectos afectan a los futbolistas, que muchas veces los tenemos endiosados. Mi intención era bajar a estos ídolos a tierra para que todos se emocionen con ellos y sus vidas.»
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«La idea del libro nace al conocer la versión menos visible de los jugadores. Cuando nos dan diez minutos para entrevistar a los jugadores, no podemos sacar gran cosa, siempre llevamos el piloto automático puesto, ellos y nosotros. En cambio, cuando hemos podido sentarnos y tener todo el tiempo del mundo, incluso off the record, te muestran su vida verdadera, un universo con más sombras que luces», cuenta la autora.
Además, González menciona cómo las redes sociales solo muestran el lado bonito de la vida de los futbolistas: «Poca gente comparte cuando está triste, aburrida o llorando.»
Sorpresa en el universo futbolístico
Hablando de los retos de ser un futbolista homosexual, revela: «Quizás nos llevaríamos a una sorpresa y todo sería más normal si algún futbolista de primer nivel, de clubes con mucha exposición, lo reconociera. Creo que abriría muchas puertas para el resto. En Alemania hubo una supuesta intención de varios futbolistas en salir del armario, pero al final no sucedió. Tengo entendido que en los próximos días uno lo puede reconocer, aunque tengo mis dudas.»
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Lorena considera que España está preparada para aceptar a un futbolista homosexual, pero el mundo del fútbol tal vez no tanto: «No pienso que los compañeros no lo aceptarían, al contrario, los futbolistas son nobles y de una nueva generación con la mente más abierta. Sin embargo, el ambiente todavía es hostil y machista.»
Diferencias entre el fútbol masculino y femenino
En cuanto a la diferencia en la aceptación de la homosexualidad entre el fútbol masculino y femenino, comenta: «En el fútbol masculino hay demasiada testosterona mal llevada y un ambiente machista, mientras que en el fútbol femenino, han encontrado un lugar donde ser libres. En el fútbol masculino, un futbolista del Marbella besó a su novio después del ascenso, pero no tuvo la trascendencia que tendría un gran nombre como Gabriel Baroli.»
Desvelando el lado humano de los futbolistas
Habiendo conocido numerosos futbolistas y sus situaciones personales, González señala: «He conocido a muchos que han atravesado un calvario. Cazorla, por ejemplo, tras once operaciones tenía el riesgo de no volver a caminar. Saviola perdió a su padre estando solo en Barcelona. Son ejemplos de cómo los problemas personales afectan su desempeño en el campo.»
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Lorena destaca también las dificultades que los futbolistas enfrentan fuera del campo: «Muchos acuden a terapia, aunque pocos lo reconocen. Creen que es un síntoma de debilidad, cuando en realidad es una muestra de fortaleza.»
Reflexión final sobre la salud mental
«Confío que si todos ponemos nuestro granito de arena, podemos hacer el camino más fácil. Hablar de salud mental en el fútbol debería ser una prioridad. Como Cavani, Morata, Iniesta y otros, quienes han dado un paso adelante. Tener referentes que abran puertas en la homosexualidad en el fútbol es crucial para la nueva generación.»
En resumen, Lorena González no solo ilumina la oscuridad que rodea la vida de muchos futbolistas, sino que también nos invita a ser más empáticos y a derribar prejuicios, para que todos, sin importar su orientación sexual, puedan vivir una vida plena y sin miedos.
