La Federación Peruana de Fútbol ha iniciado la apasionante búsqueda para encontrar al próximo capitán que dirigirá la nave de la Selección Peruana tras la salida de Jorge Fossati. En medio de un mar de rumores y especulaciones, varios nombres destacan como posibles sucesores del uruguayo. En la palestra resuenan como tambores de guerra Tiago Nunes, Roberto Mosquera, Nolberto Solano, Guillermo del Solar y el experimentado José Pékerman.
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¿Quién tomará las riendas de la Blanquirroja?
Uno de los nombres que más revuelo ha causado en esta baraja de candidatos es el de Nolberto Solano, exasistente del mítico Ricardo Gareca y actual director técnico. Y como dirían los chamanes del fútbol, la noticia nos cayó como baldazo de agua fría. En una charla exclusiva con RPP Deportes, el también exjugador de la Selección Peruana dejó en claro su postura al rechazar la oportunidad de dirigir al equipo nacional, al menos por ahora: “Todo es posible. Esto es fútbol. Si tuviera una varita mágica, no tomaría el cargo ahora porque espero hacerlo de acá a cinco años, no antes”. Con estas palabras, Ñol mostró que su ambición trasciende a corto plazo.
Reflexiones y desafíos
Hablando claro y sin rodeos, Nolberto Solano compartió sus razones para no asumir tan alta responsabilidad en este momento: “La Selección es el honor más grande para cualquier entrenador. Uno entiende las responsabilidades, sabe lo importante que es este momento y lo duro que puede ser. Puede ser un punto de partida positivo o, dependiendo del resultado, algo complicado”. El excrack dejó clarísimo que nadie de la Federación lo ha contactado, y reveló su compromiso actual con el club Santos de Nazca de la Liga 2. Una decisión que demuestra su lealtad y compromiso con su presente profesional.
El salario de un técnico de élite
En cuanto al acuerdo económico, la Federación Peruana deberá rascarse el bolsillo si desea rescindir el contrato de Fossati. Actualmente, el estratega uruguayo gana la no despreciable suma de 166 mil dólares mensuales, una cifra superior a lo que percibía en su anterior club, Universitario. Su contrato está firmado hasta finales de 2025, y se estima que exigiría alrededor de dos millones de dólares para dar un paso al costado; una suma que deja helados a quienes conocen el ámbito financiero del deporte rey.
Con la inquietante búsqueda del nuevo director técnico y la significativa indemnización pendiente, el camino de la Selección Peruana está lleno de giros y sorpresas, bajo un cielo que, esperemos, se llene de goles y victorias en las próximas competencias. El balón está en la cancha, y solo el tiempo dirá quién será el elegido para comandar a los guerreros incas en sus futuros desafíos.