La noche del 21 de febrero, un evento trágico remeció al Perú. El techo del patio de comidas del Real Plaza en Trujillo colapsó inesperadamente, dejando seis personas fallecidas y más de 80 heridos. Este triste incidente resonó en el mundo futbolístico peruano, ya que la Liga 1 mostró su solidaridad con las víctimas dedicando un respetuoso minuto de silencio antes del inicio del encuentro entre Sporting Cristal y Sport Huancayo.
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Un tributo conmovedor en tierras huancainas
El sonido del silbato del árbitro Edwin Ordoñez señalaba el inicio del tributo en el estadio Huancayo. Los 22 protagonistas del partido, con el corazón en la mano, se detuvieron en el tiempo, guardando un sentido respeto hacia aquellos que perdieron la vida. Los rostros de los futbolistas, inmortalizados por las cámaras de L1 Max, reflejaban profunda tristeza. ‘El celeste’ Jostin Alarcón y ‘el rojo matador’ Jánio Pósito apenas podían contener su pesadumbre, llevando las miradas a la eternidad mientras el silbido resonante aún flotaba en el aire.
Decisiones drásticas en el Torneo Apertura
No solo Huancayo honró a Trujillo. El esperado duelo entre Universitario de Deportes y Atlético Grau, programado en la misma localidad de la tragedia, fue suspendido. Jean Ferrari, administrador de la ‘U’, señaló con claridad meridiana que el partido no debería llevarse a cabo en un entorno sumido en el dolor. «Esto no es solo fútbol, es humanidad», expresó, llenando de sincera empatía el ánimo de los seguidores ‘cremas’.
Solidaridad más allá del terreno de juego
Pero, como bien se dice, “en tiempos difíciles, el fútbol une”. Universitario, conocido como el gigante de Ate, instó a su hinchada a donar sangre en los hospitales locales, mientras la Federación Peruana de Fútbol emitía un comunicado oficializando la suspensión del partido. “Cada gota cuenta en esta lucha por sanar”, fue el mensaje que caló hondo en los corazones.
Por supuesto, los ‘grones’ de Alianza Lima no se quedaron al margen y animaron a su extensa hinchada a participar en esta noble causa, proporcionando información sobre los puntos de donación más cercanos. En una alianza inesperada, hinchas celestes, cremas y blanquiazules se unieron, demostrando que cuando se trata de humanidad, rivalidades quedan de lado.
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En estos momentos, el fútbol peruano demuestra ser más que un deporte: es un reflejo de solidaridad y espíritu comunitario, donde cada tribuna es una mano amiga tendida hacia los que más lo necesitan. Así, el Torneo Apertura 2025 será recordado no solo por los goles y las jugadas, sino por un conmovedor mensaje de apoyo y fraternidad.
