Miguel Ángel Torres abandona Sport Boys tras breve administración
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En un inesperado giro de los acontecimientos, Miguel Ángel Torres, quien había asumido la administración del Sport Boys del Callao apenas un día atrás, decidió dar un paso al costado. La noticia llegó como un relámpago en plena tormenta, desatando una serie de reacciones en el puerto chalaco.
El inesperado adiós de un capitán sin barco
Fue como si el balón quedara flotando en el aire. Las expectativas eran altas: Torres, designado por la SUNAT, se perfilaba como la figura que podría guiar al club hacia un nuevo amanecer. Sin embargo, los nubarrones del descontento se formaron rápidamente sobre el estadio.
El rechazo de la misilera
El famoso dirigente tuvo que enfrentar la dura realidad de un rechazo casi unánime de las barras del club. Recurriendo a un símil, su llegada fue como la de un refuerzo que ve su debut truncado antes de entrar al campo. En sus propias palabras: “Soy de los que creen que, cuando no eres bien recibido en un lugar, lo mejor es no forzar las cosas y tomar otro rumbo”, expresaba en X con la tristeza de un jugador al que le anulan un gol legítimo.
Entre amenazas y flores
La situación se intensificó cuando algunas facciones llevaron sus protestas a otro nivel. Torres se encontró con una amenaza que olía a peligro. Una corona floral, símbolo de advertencia, apareció en la puerta de su casa. “Me acaba de llegar un video en el cual hay una pistola y amenazándome de muerte si sigo como administrador”, declaró, llevándose la mano al pecho como si le hubiesen mostrado una tarjeta roja.
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Bajo la sombra de Johan Vásquez
La Barra Popular Juventud Rosada fue clara en su declaración tajante: “Miguel Ángel Torres no es capaz de deslindar al 100% del señor Johan Vásquez”, lanzando dardos envenenados que dejaban ver que lo consideraban como jugador fuera de su alineación ideal.
¿Quién tomará el timón?
Con Torres ya fuera del banquillo directivo, las oficinas de Sport Boys giran sus cabezas, buscando un nuevo líder en un panorama tan incierto como un tiro libre en los últimos minutos del partido. Mientras tanto, el legado de Adrián Alcócer sigue siendo un recordatorio de que, incluso en tiempos difíciles, se puede avanzar un gol tras otro. Alcócer, en su gestión, fue una figura que, como un delantero astuto, esquivó los problemas y anotó algunos puntos cruciales para la institución.
Así, el futuro de Sport Boys queda una vez más pendiendo de un hilo, esperando que alguien levante la bandera y conduzca al equipo hacia el horizonte del éxito.
