El club Alianza Lima, uno de los grandes del fútbol peruano, ha decidido tomarse un respiro por unos días para que todos sus integrantes —desde los jugadores hasta el personal administrativo— puedan disfrutar de estas fechas con sus familias. Pero seamos sinceros, eso no es lo que realmente está generando ruido en la fanaticada blanquiazul. Lo que de verdad ha despertado la curiosidad del hincha es el revolucionario sistema de juego que planea implementar su nuevo director técnico, el argentino Néstor Gorosito. Tras días de especulación, finalmente se han revelado sus intenciones para la temporada 2025, que está a la vuelta de la esquina.
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El equipo titular de Alianza Lima
Para comprender hacia dónde apunta el maestro Gorosito con el once aliancista, es esencial detenernos en la formación que él mismo planteó justo antes de que los jugadores se tomaran un breve descanso. En un clásico 4-4-2, el estratega alineó a sus soldados así: Ángel De la Cruz se enfundó los guantes como guardián del arco; en la línea defensiva, un muro compuesto por Marco Huamán, Renzo Garcés, Carlos Zambrano y Rait Alarcón. En el mediocampo, la dupla Erick Noriega y Jean Pierre Archimbaud protegían la creativa sociedad entre Ricardo Lagos y Gonzalo Aguirre. Arriba, los encargados de hacer sufrir a las defensas rivales eran Kevin Quevedo y la leyenda viviente, Paolo Guerrero. Sin embargo, el grupo tendrá vacaciones hasta el 2 de enero para regresar con renovadas energías.
El nuevo esquema de Alianza Lima
Ahora, no es ningún misterio que los equipos peruanos aprovechan las fiestas navideñas para recargar pilas y así volver al ruedo con todo. En la tienda blanquiazul, las estrellas ya tienen claras las instrucciones del “Pipo”, terminología cariñosa que la afición ha adoptado para referirse a Gorosito. El DT apuesta por un 4-4-2 que permite flexibilidad táctica y un equilibrio entre defensa y ataque. Con un guardameta de confianza, una sólida línea de defensas, un mediocampo versátil, y dos arietes en busca de gloria —todos estos elementos pintan un cuadro prometedor para el gigante de la Victoria.
Objetivos claros para el 2025
La ilusión no está puesta únicamente en la pizarra táctica; los objetivos de Alianza Lima para el nuevo año son tan claros como el agua del Río Rímac. El club aspira a llegar con el puño en alto a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Pero si el destino les juega una mala pasada y quedan fuera en la Fase 3, la idea es lanzarse con todo a la Copa Sudamericana. Un detalle que hace temblar a más de uno en Matute al recordar el sabor amargo de la eliminación a manos de Huracán en 2015. Pero eso es cosa del pasado, y hoy el ambiente es de optimismo. Los íntimos han renovado su infraestructura y están listos para rugir en cada cancha, en cada balón dividido, y en cada grito de gol. Como dijo alguien alguna vez en las tribunas: «¡Alianza no juega para participar, Alianza juega para ganar!»