El regreso triunfal de Juan Reynoso al banquillo de Melgar despertó grandes expectativas entre los aficionados arequipeños. Tras el empate con Juan Pablo II en Chongoyape, la directiva no perdió tiempo en elegir al “Cabezón” como el líder que buscará recuperar el brillo del equipo tras la salida de Walter Ribonetto y la reciente derrota ante Sporting Cristal en Lima.
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Reencuentro con su casa
En una conferencia cargada de emoción, Reynoso dejó claro que su vínculo con Melgar nunca se rompió del todo. «Aunque mi cuerpo se fue, mi corazón siempre estuvo acá. Volver de la mano de Jader (Rizqallah) es un sueño hecho realidad», confesó ante la prensa, dejando entrever la profunda conexión con el ‘rojinegro’.
Visión renovada del club
El exseleccionador nacional compartió sus impresiones sobre el desarrollo del club. «Cuando llegué en 2014, Melgar era como un niño abandonado. Hoy lo veo como un adolescente entre aburguesado y agrandado», bromeó Reynoso, destacando el progreso en la infraestructura y ambiciones del equipo.
Desafíos futbolísticos
Reynoso no esquivó las dificultades del presente. «Aquí no hay margen para pestañeos», afirmó categóricamente. Sin embargo, el técnico se mostró optimista, convencido de que la irregular Liga 1 2025 les brinda una ventana para colarse en los playoffs y pelear desde abajo.
«Somos gente de retos. Los muchachos son muy emocionales, así que vamos a añadirles lo que falta para que compitan con todo. Al final, es un torneo tan irregular que alguna chance nos dará para colarnos entre los cuatro primeros», explicó, delineando un plan lleno de energía y pasión.
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Esperanza en la irregularidad
Con una mezcla de estrategia y emoción, Reynoso apuesta por una recuperación estratégica. «La irregularidad del torneo nos da aire. Si mantenemos la fe y el trabajo duro, podemos dar el golpe», concluyó. Con veteranos como Bernardo Cuesta y Carlos Cáceda, el ‘dominó’ está decidido a no caer sin dar batalla.
Así, Juan Reynoso se embarca en una nueva era con Melgar, cargado de sueños y la certeza de que, aunque el camino sea difícil, el equipo tiene el corazón para lograrlo.
