En medio de la tormenta que azota a Sporting Cristal, Guillermo Farré parece capear el temporal con la resistencia de un sólido muro de contención. A pesar de la reciente debacle chicharronera por 4-1 frente a UTC en la siempre complicada Cajabamba, el técnico argentino sigue contando con el respaldo del área deportiva. Mientras la afición celeste, molesta, pide la salida del estratega, él se muestra firme como un roble, alistándose para enfrentar un calendario que, como una maratón en la altura, aprieta cada vez más.
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Afrontando las críticas con la cabezura de un central aguerrido
Guillermo Farré no se hace el loco ni se esconde bajo la alfombra. Está muy al tanto de lo que se comenta en cada esquina del Rímac. Aunque las críticas llueven como el garúa limeña, el DT exhorta a la reflexión, pidiéndole a la hinchada que, por ahora, deje las pullas a un lado. «La CONMEBOL Libertadores está a la vuelta de la esquina y el choque con Bolívar es nuestra prioridad. Necesitamos calma y cabeza fría», expresó con determinación.
Para Farré, el compromiso ante el Bolívar en la Fase de Grupos de la Libertadores es más que un partido, es un punto de inflexión, una batalla titánica que podría cambiar el rumbo de su mandato en Sporting Cristal.
El partido: ¿Una oportunidad que se escurrió como arena en las manos?
El propio Farré intentó desmenuzar lo sucedido en el campo cajamarquino. «Fueron 20 minutos donde era para decir ‘¡metan una, muchachos!’. Cristal jugaba de tú a tú, parecía dominador de una partida de ajedrez, pero faltó el mate. Las transiciones eran purito chocolate, pero las definiciones, ah, dejan mucho que desear», comentó Farré, con la sinceridad que lo caracteriza.
La juventud del plantel, cual aguadiente de fiesta, no fue suficiente para resistir el embate de UTC, dejando así una estampa preocupante. «El gol de ellos nos dejó en jaque, y el desconcierto fue tan evidente que nos dejó con una imagen que no es la de Cristal», reconoció Farré.
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Una racha rota, pero la fe intacta
Las cifras son claras: una serie de rachas históricas se han desvanecido bajo el mandato de Farré. Y aunque perder un dominio de cinco años en Cajabamba sea un golpe duro, el técnico argentino sabe que el camino es largo y que la afición del Sporting Cristal espera que, como buen aguardiente, el tiempo mejore las cosas. Deberán enfrentar al Bolívar, esperando que el triunfo sea el bálsamo que devuelva la calma al Rímac.
Mientras las críticas llueven, la misión del comando técnico es clara: reencontrar la senda del triunfo, apretando el acelerador ante Bolívar en La Paz y devolviéndole la sonrisa a la afición. Con la camiseta del Sporting Cristal en el pecho, Farré insiste, «aún hay mucho campeonato por jugar».
