Desde el corazón de un clásico vibrante, el mítico estadio de Matute fue escenario de emociones desbordantes. Universitario de Deportes sacó a relucir toda su garra al rescatar un valioso empate 1-1 frente a su tradicional rival, Alianza Lima, en un duelo que mantuvo a todos en vilo hasta el último suspiro. Con la expulsión de Pablo Lavandeira, la U aprovechó al máximo su ventaja numérica, pero aún así le costó horrores imponer su ley en tierra ajena. Fue un partido de ida y vuelta, como un tango argentino bailado en pleno corazón limeño.
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El grito de Bustos: Un rugido que estremeció Matute
El estratega de Universitario, Fabián Bustos, vivió el desenlace del partido con una intensidad pocas veces vista. Al minuto 90’+4, cuando José Rivera encontró el camino al gol cual flecha certera directo al corazón de Alianza, Bustos no pudo contenerse. Su festejo fue el de un guerrero que suelta una carga de emociones reprimidas; sus gestos y gritos retumbaron en La Victoria, transformando el estadio en un volcán a punto de estallar. Según sus propias palabras, el técnico defendió su reacción alegando que fue una expresión meramente futbolística, sin ánimo de desatar guerras o polémicas.
Bustos bajo fuego
Ante la prensa, Bustos no se guardó nada. «Me tiraron botellas, me lanzaron insultos, es parte del juego, pero uno también tiene derecho a su momento de alegría», declaró con su habitual contundencia. El ambiente estaba caldeado, pero el argentino se mantuvo firme y enfatizó sobre la importancia de enfocar la mirada en el fútbol y no en las provocaciones desde la tribuna.
El invicto crema sigue firme
El empate heroico le permite al club merengue mantener su invicto en este Apertura 2025, consolidándose aún en la parte alta de la clasificación. Sin embargo, hay un sinsabor palpable pues la brecha con los primeros, FBC Melgar y Real Garcilaso, comienza a abrirse lentamente. Es una carrera de larga distancia, y aunque el camino ha tenido sus baches, el equipo no suelta el pie del acelerador.
Un llamado a la mejora
Fabián Bustos reconoce que su escuadra no atraviesa su mejor momento futbolístico, algo que ya se reflejó en la reciente caída ante River Plate en la Libertadores. Sin embargo, el director técnico mantiene la fe en revertir esta situación, buscando corregir las falencias con urgencia. «Son clásicos, no son partidos cualquiera. Hay que saber jugarlos, aunque claro, hay cosas por mejorar», añadió mientras recordaba las históricas victorias del equipo en este tipo de enfrentamientos pasados.
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En tanto, la fanaticada espera ansiosa que este empate agónico sea el impulso necesario para regresar al sendero del buen fútbol, ese que conquiste corazones y muestre que la garra crema está más viva que nunca. «En ocasiones pecamos de ser automáticos, pero en los clásicos no hay margen para el error», finalizó Bustos, dejando en claro que todo esfuerzo es poco cuando se trata de mantener la historia y honor de Universitario de Deportes intactos.
