El periodista deportivo Erick Osores, célebre por su voz resonante en la cobertura del fútbol y otros deportes nacionales, enfrenta uno de los retoques más desafiantes de su vida personal y profesional. Hace unos meses, Osores sufrió un aneurisma cerebral con hidrocefalia, un golpe que no solo colgó de un hilo su existencia, sino que le dejó huellas físicas significativas: perdió 25 kilos y uno de sus ojos quedó cerrado, en una especie de "fuera de juego" permanente.
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Un diagnóstico difícil de digerir
Durante su programa ‘Erick y Gonzalo’, Osores se abrió como nunca al hablar sobre la evolución de su salud y la impactante noticia recibida tras una consulta médica que esperaba con ansias. "Fue un día difícil para mí", reveló con sinceridad. Al fin pudo consultar con un destacado oftalmólogo, pero recibió una tarjeta roja inesperada: no califica para una cirugía que pudiera reabrir su ojo. "A partir de ahora seré un ‘pirata’", bromeó con ironía, como quien sonríe en medio del temporal.
Un partido que aún no ha terminado
La consulta había sido una gran esperanza, un tiro al arco a último minuto. Pero el médico indicó que por ahora, operar sería como patear un tiro de esquina sin arquero. “Nos veremos en tres meses para ver si la cancha ha cambiado”, comentó Osores, apuntando a la posible pero incierta evolución natural de su condición.
El aliento de su equipo
Vicente Cisneros, su compadre y colega, estaba al pie de la cancha y le dedicó unas palabras que fueron como ese abrazo que el capitán da a su equipo antes de salir al campo. “Nunca pierdas la fe. Tú eres un luchador”, le dijo Cisneros, dejando claro que en este partido la resiliencia es fundamental.
El respaldo de sus colegas ha sido un aliento vital en esta jugada complicada para Osores. Aunque la noticia fue un golpe que podría noquear a cualquiera, él ha mantenido un estado optimista, valorando cada pequeño logro en su proceso de recuperación.
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Un golazo de solidaridad
El caso de Osores ha suscitado una ola de apoyo que ha cruzado las líneas de banda del periodismo. Televidentes, deportistas y seguidores le han enviado mensajes de ánimo, aplaudiendo su tenacidad para superar las marcas de una lesión de “alto riesgo”.
En este difícil partido que juega contra la incertidumbre, Erick Osores continúa con la pelota en los pies, comprometido a seguir adelante y a mantener su pasión por el periodismo deportivo. La verdad es que, aunque el árbitro aún no ha pitado el final, su historia es ya un auténtico golazo de vida.
