Raúl Ruidíaz, el hombre del momento en el balompié nacional, ha dejado a más de uno boquiabierto con su inesperado aterrizaje en Atlético Grau. De vivir en la vibrante ciudad de Seattle, donde se ganó la etiqueta de ídolo, ahora vestirá la blanquiazul del cuadro piurano. ¡Quién lo hubiera dicho! Tras ser reconocido como Jugador Franquicia en la MLS, «La Pulga» ha decidido volver a sus raíces y darle una nueva pincelada a su carrera en la Liga 1.

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Seattle: De ídolo a despedida emotiva
Durante su etapa con el Seattle Sounders, Ruidíaz se convirtió en un delantero implacable, dejando su huella en ramas y redes contrarias con espectaculares goles que resonaban por todo lo alto en cada jornada. Su estatus de Jugador Franquicia no fue casualidad. Raúl era la «arma ofensiva dinámica» que cualquier equipo desearía tener, capaz de descolocar defensas con la misma facilidad que un mago saca conejos de su sombrero.
Sin embargo, no todo fueron goles y ovaciones. Las lesiones comenzaron a poner trabas en su camino, llevando a un declive que culminó con su despedida del club estadounidense, entre palabras cargadas de agradecimiento: «Seattle, siempre tendrán mi corazón completo», confesó Raúl con emotividad en un clip difundido por los Sounders.
El anhelo de volver a Universitario
A pesar de seguir siendo un goleador nato, Ruidíaz tenía en mente regresar a Universitario de Deportes, el club de sus amores. Sin embargo, el detonante de su retorno no explotó como se esperaba. Los dirigentes no vieron viable su incorporación, obligándolo a explorar nuevos horizontes en los campos peruanos. «Están acostumbrados a no llamarme», comentó con algo de ironía en una charla con Movistar Deportes.
Entre la decepción y una nueva oportunidad
La historia dio un giro inesperado cuando al volante apareció Ayacucho FC, club en el que su hermano menor Yamir Ruidíaz jugaba. Pero cuando todo parecía encaminado para que «La Pulga» volviera a rugir en los Andes, un desacuerdo en el papeleo lo hizo pisar los frenos.

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Ahí fue cuando apareció Atlético Grau. Rápidos y astutos como un lateral por la banda, los piuranos bajo la dirección de Ángel Comizzo, con quien Ruidíaz guarda una especial relación desde sus tiempos universitarios, lo convencieron de sumarse a sus filas.
El nuevo capítulo en Piura
Ya en Piura, Ruidíaz se muestra entusiasta y optimista: «Comizzo influyó mucho en mi decisión. Estoy muy feliz de estar en Piura», expresó antes de abordar el vuelo hacia el norte del país. Con un nuevo hogar futbolístico y bajo la tutela de un entrenador que lo conoce a la perfección, el ariete planea recuperar el brillo que alguna vez tuvo.
Sus retos inmediatos serán demostrar su valía en el Apertura 2025 y la CONMEBOL 2025. Mientras tanto, el mundo del fútbol estará atento para ver si «La Pulga» puede volver a electrizar los estadios como nos tiene acostumbrados. ¡Veremos si aún hay gasolina en el tanque para revolucionar Piura!
