La carrera de Cristian Benavente, el amado ‘Chaval’, ha tomado un giro inesperado desde sus días dorados en las inferiores del Real Madrid. En aquel entonces, capitaneó al segundo equipo bajo la batuta de Zinedine Zidane y hasta llegó a rozarse con el primer plantel. Su trayectoria parecía un golazo, pero el destino le tenía preparada una jugada diferente.
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De Capitán a Luchador: La Trayectoria del ‘Chaval’
Un recorrido por las ligas de Bélgica, Inglaterra, Egipto y Francia desembocó en un regreso a la Liga 1, donde defendió los colores de Sport Boys en Perú. En el segundo semestre de 2024, la camiseta rosada lo cobijó durante ocho partidos, logrando una asistencia que destelló su talento.
Europa, la Nueva Cancha del Inca
Con la maleta cargada de sueños, Benavente regresó al viejo continente, fichando por Gloria Buzau en la Superliga de Rumania. Pero el viento no sopló a su favor. Este elenco, falto de suerte, descendió a la Segunda División tras caer frente a Farul Constanta por la mínima. El ‘Chaval’ observó desde el banco, mientras el técnico Gheorghe Hagi optaba por otras cartas en su baraja.
Entre la Gloria y la Tormenta
El descenso se concretó con dos fechas aún por disputarse. Dos duelos cruciales les aguardan: contra Unirea Slobozia y UTA Arad. El nerviosismo se siente, pero el fútbol es un deporte de segundas oportunidades.
Anécdotas y Recuerdos del ‘Chaval’
Durante su estadía en Gloria Buzau, Benavente mostró destellos de su habilidad, como aquella asistencia crucial en la victoria sobre Hermannstadt. Sin embargo, la combinación de cambios tácticos y un rendimiento irregular pintaron un lienzo desafiante para el hispano-peruano.
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Mientras tanto, el recuerdo de su ausencia en el Mundial de Rusia 2018 aún cala en su memoria. Durante una entrevista en YouTube, Benavente reveló: “Me queda esa espina”, mostrando su agradecimiento por la Copa América Centenario 2016, que describió como un sueño hecho realidad.
El ‘Chaval’ ha vivido su carrera como un partido intenso, entre risas y lágrimas, siempre persiguiendo la pelota que le devuelva la gloria. Sin duda, su historia motiva y enseña que en el fútbol, como en la vida, siempre hay tiempo para otro golazo.
