Desde que llegó a las filas de Orlando City en 2020, Pedro Gallese, conocido cariñosamente como «el Pulpo», ha tejido una historia digna de un cuento de hadas en la Major League Soccer (MLS). Su habilidad felina bajo los tres palos y su temple de acero lo han consolidado como uno de los guardametas más codiciados de la liga.

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El enfrentamiento resonante de Gallese contra Messi
No hace mucho, Gallese se llevó la noche con una actuación digna de encuadrar frente a Inter Miami, donde tuvo un duelo de titanes con Lionel Messi. En un partido amistoso que parecía sacado de una película, el astro argentino se encontró frente a frente con el portero peruano en una jugada que puso al estadio de pie. Messi, como un artista en su escenario, intentó con un soberbio ‘sombrerito’, pero Gallese, fiel a su apodo, tiró de reflejos y atajó el balón con una espectacular mano, dejando a todos boquiabiertos y llevándose una ovación que resonó como un trueno en las gradas del Raymond James Stadium.
El abismo salarial entre estrellas
Las cifras no mienten y en la MLS, los números pueden ser tan contrastantes como un desierto y un mar. Según la Guía Salarial de la liga, Messi, la joya argentina, se lleva a casa una sorprendente Compensación Promedio Anual Garantizada de $20,446,667.00, sumando dólares como quien colecciona figuritas. En comparación, nuestro héroe en los guantes, Gallese, percibe un «humilde» $1,089,333.00.
- Incluye salario base y bonos firmados.
- Abarca cualquier bonificación de marketing y honorarios de agente.
- No contempla bonificaciones por rendimiento, ya que esto depende del esfuerzo en el campo.
Sin embargo, en este terreno, más que el cálculo duro de los dólares, lo que importa es el corazón que se deja en la cancha. Y Gallese lo sabe bien: a veces, la gloria deportiva no tiene precio.

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Con la temporada a punto de iniciar y los focos de nuevo sobre la MLS, Pedro Gallese está listo para seguir escribiendo su epopeya en el fútbol norteamericano, mostrando que el ingenio, el coraje y un buen par de reflejos pueden poner en jaque hasta a los gigantes del fútbol. ¡A seguir remando, Pulpo!
