Alianza Lima: Resurgir desde la Pasión y el Compromiso en Matute

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El Estadio Alejandro Villanueva fue testigo de una jornada vibrante para Alianza Lima, que con una victoria crucial ante ADT selló tres puntos que saben a oro. Esta noche mágica también marcó un renacer personal y profesional para el uruguayo Pablo Ceppelini, quien, en medio del rugir apasionado de la hinchada ‘blanquiazul’, abrió su corazón y compartió un testimonio cargado de sinceridad y ambición por conquistar el campeonato.
Un Nuevo Comienzo para Ceppelini
El talentoso mediocampista, luciendo con orgullo la ’10’, reflexionó sobre su azaroso viaje desde que pisó tierra limeña. «Las expectativas eran grandes, y las lesiones súbitas a los 33 años me hicieron tambalear», reconoció. Entre sanciones y altibajos, Ceppelini entendió que el camino al éxito muchas veces tiene baches, pero siempre habrá un arco esperando para ser conquistado.
El Valor del Respaldo y la Confianza Recuperada
En su retorno a las canchas, el uruguayo agradeció el respaldo incondicional de sus compañeros y el cuerpo técnico, que lo alentaron en momentos de duda. «Cada pase, cada jugada, ha sido un regalo que me devuelve la fe y me motiva a dejarlo todo por este grande del fútbol peruano», añadió con emoción, como un león que vuelve a rugir con más fuerza.
La Ambición de un Campeón
Ceppelini no ocultó su meta clara y precisa: «Llegué para ser campeón, y esa sigue siendo mi deuda con esta hermosa camiseta blanquiazul». Con el telón de fondo de Matute, el mediocampista subrayó la importancia de fortalecer el juego en casa, una lección aprendida del Apertura que dejó una espina difícil de olvidar. «Cada partido aquí es una batalla que no podemos perder», afirmó, con mirada firme y determinación arrolladora.

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Despedida y Legado de Erick Noriega
La noche también estuvo teñida de despedidas. El emblemático Erick Noriega se marchó, dejando un vacío que retumba entre los muros del vestuario. «Lo vamos a extrañar, ha sido un líder de pies a cabeza», comentó Ceppelini, recordando con afecto los momentos compartidos. Noriega no solo deja huella en Alianza, sino que su futuro en la selección peruana pinta brillante, como un cometa destinado a iluminar el firmamento futbolístico.
Optimismo y Juego Colectivo
El triunfo ante ADT fue un despliegue de intensidad y pasión. «Fuimos intensos, compactos, aunque hay que afinar aún más ese toque final», evaluó Ceppelini, reflejando la importancia de cada gol que lleva al equipo a sentirse invencible. Tres goles no son solo números, son una reivindicación de la ilusión colectiva que empuja a los ‘íntimos’ a soñar más alto.
En Alianza Lima, cada paso es una renovación de fe, una promesa de gloria. Con Ceppelini y sus compañeros al timón, la historia está lista para ser escrita con letras doradas en el libro del fútbol peruano. ¡Aún hay mucho en juego, y la afición vibra con cada pase certero y cada gol que despierta el estadio!
