En el último clásico entre Universitario de Deportes y Alianza Lima, en el vibrante Estadio Monumental, la polémica sigue tan viva como el grito de gol. A los líos entre Hernán Barcos y Álex Valera, se suman los informes arbitrales que han puesto bajo la lupa al defensor Renzo Garcés y al mediocampista chileno Rodrigo Ureña.
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Arremetida y Descargo: La Defensa de Renzo Garcés
Al término del duelo, el informe arbitral denunció que Garcés, el robusto central de Alianza, insultó a los jueces tras ver la roja en los momentos finales. Según las palabras del informe, el peruano habría lanzado un irreverente: “Eres un vendido de mie…, localista de mie…”. Ante semejante acusación, la directiva del club victoriano, con Franco Navarro Mandayo a la cabeza, se movió más rápido que el ‘Chorri’ en sus mejores épocas. A través de su cuenta de X, Navarro no solo defendió a Garcés, sino que arremetió contra la imputación, tildándola de infundada.
El Apoyo ‘Íntimo’ y el Clamor por Justicia
Franco Navarro Mandayo, firme como un zaguero al cortar un contraataque, aseguró que «la Comisión de Disciplina ya cuenta con los descargos» del club. Y es que el prestigio de Garcés, quien también defiende los colores de la selección peruana, fue elevado como un estandarte. Navarro enfatizó en que Garcés refleja los valores del Alianza, poniendo en relieve su profesionalismo intachable. «Solicitamos a los órganos de justicia de la FPF que actúen con imparcialidad», añadió, demostrando que el club blanquiazul está listo para ir al choque hasta el último minuto.
El Mensaje de Fe de Renzo Garcés
Horas antes de que el polvo se asentara, desde tierras uruguayas, Garcés dejó claro sus pensamientos con una cita bíblica que disparó un mensaje de lealtad y verdad. Como dicen los clásicos, “la verdad siempre será mejor que la mentira”, expresó en un post cargado de espiritualidad.
Rodrigo Ureña: El Chileno en la Mira
Por otro lado, el informe también puso en aprietos al chileno Rodrigo Ureña del Universitario. Aunque no jugó el partido, no se quedó callado, y según los árbitros, lanzó improperios desde los camerinos a uno de los jueces de línea. Como en una jugada de último minuto, las palabras habrían cruzado el aire del Monumental desde el túnel hasta el césped.
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Un Clásico de Roce Fino
El partido prometía ser épico, pero terminó enredado en polémicas y decisiones discutibles. Alianza Lima llegaba con el pecho inflado por su clasificación en la Copa Sudamericana, mientras que los ‘merengues’ venían de una salida poco gloriosa de la Libertadores frente a Palmeiras. Sin embargo, el espectáculo fue más de cartas y expulsiones que de jugadas brillantes, acumulando más tarjetas que un árbitro en Black Friday.
Este clásico dejó huella no solo por el juego en la cancha, sino por todo lo que trajo después; un verdadero reflejo de la pasión del fútbol peruano, donde cada partido es más que solo un juego.
