Alianza Lima arranca la temporada 2025 con sabor agridulce. Luego de un emocionante encuentro frente al Nacional de Paraguay por la Copa Libertadores 2025, el club íntimo enfrenta un serio contratiempo: su talismán, Paolo Guerrero, ha sufrido una lesión que lo dejará fuera de combate, al menos por un mes. Esta desafortunada baja plantea numerosos dilemas para el estratega blanquiazul, quien ya está sacando la calculadora para sortear el problema.
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Un golpe al corazón aliancista
No cabe duda de que la ausencia de Guerrero es un mazazo en pleno rostro para Alianza Lima. Perder al delantero estrella en el Torneo Apertura 2025 y durante las etapas cruciales de la Copa Libertadores es, para decirlo de alguna manera, como perder el as bajo la manga. Los blanquiazules tendrán que arremangarse y buscar cómo cubrir este gran vacío en la delantera.
Reestructuración en el ataque íntimo
Con la velocidad de un contraataque bien orquestado, Alianza Lima ha activado sus protocolos para replantear su estrategia ofensiva. La solución más inmediata radica en pasar la posta a Hernán Barcos y Alan Cantero. Barcos, a los 40 años, se ve envuelto en la ardiente vorágine de la Libertadores, mientras Cantero, cual cometa fugaz, asume el desafío de ser el segundo atacante. La veteranía de Barcos servirá de brújula para el joven Cantero, quien espera responder a las expectativas como un goleador consumado.
¿Qué alternativas tienen los íntimos?
Afortunadamente, Alianza no está huérfana de opciones. En la banca aguardan ansiosos Matías Succar y la joven promesa Víctor Guzmán, quien ha dado mucho que hablar como delantero titular de la Selección Peruana Sub 20. Estos jugadores representan la frescura de un plantel que ansía sostener su estatus en la competición. En tiempos de crisis, a menudo aparecen los héroes inesperados, y los íntimos esperan que una nueva estrella surja para tomar el relevo del querido ‘Depredador’.
El futuro de Paolo con la blanquiazul
Paolo, el indiscutible ídolo blanquiazul, tiene contrato para continuar defendiendo los colores de Alianza hasta diciembre de 2025. No obstante, la familia íntima augura que, como ‘buen vino’, Paolo renovará por otro año más.
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Alianza Lima deberá jugar ahora con inteligencia y tener en cuenta todos sus recursos dentro y fuera de la cancha para continuar su camino en la temporada. Con un espíritu aguerrido, los íntimos buscarán luchar y salir airosos de esta tormenta. ¡Vamos, Alianza, que aún queda mucho fútbol por jugar!
