Fabián Bustos en el ojo de la tormenta por su efusiva celebración en el clásico

Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
La noche de emociones en el Estadio Alejandro Villanueva tuvo un ingrediente extra que pocos esperaban. La polémica no estuvo ausente tras el empate 1-1 en el Alianza Lima vs Universitario de Deportes, el pasado 5 de abril, cuando el técnico Fabián Bustos se convirtió en el protagonista inesperado tras el gol agónico de José Rivera. En medio de la euforia, Bustos se llevó las manos a las orejas mirando desafiante hacia la tribuna de los ‘blanquiazules’, un gesto que muchos consideraron una provocación directa.
El impacto del festejo y la respuesta de Gaibor
La acción de Bustos no pasó desapercibida para Fernando Gaibor, ovacionado líder en el campo, quien no dudó en encarar al estratega de los ‘cremas’. En el centro del huracán, el DT argentino justificó su conducta diciendo: “¿Me están insultando todo el tiempo y no puedo festejar el gol? No falto el respeto”. Sin embargo, la fiesta terminó convirtiéndose en asunto formal, pues la directiva de Alianza no dudó en presentar una queja oficial ante la Federación Peruana de Fútbol por incitación a la violencia.
¿Festejo o provocación? La denuncia y sus repercusiones
La Comisión Disciplinaria de la FPF no tardó en tomar cartas en el asunto, abriendo un proceso disciplinario contra Bustos. En el documento presentado, el club victoriano argumenta que el técnico de Universitario “incitó a la violencia” y “provocó al público”. Esta denuncia resonó en el ámbito futbolístico como un cohete en el cielo nocturno.
El estratega, no obstante, no se amilanó y durante la conferencia de prensa post-partido, se defendió afirmando haber sido blanco de ataques e insultos por parte de los hinchas ‘blanquiazules’. “Recibí botellazos, recibí un montón de insultos, es un festejo de fútbol normal», declaró.

Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
Gorosito y Reátegui: voces de moderación
En medio del embrollo, el técnico aliancista Néstor Gorosito optó por no echar leña al fuego. “Cada uno obra como le parece», dijo con sabiduría de callejón, dejando claro que prefiere conquistar el corazón del hincha aliancista con victorias, no con dimes y diretes.
Por su parte, el presidente de la Conar, Winston Reátegui, dejó entrever que en caso de comprobarse insultos por parte de Bustos, una sanción sería inevitable. «El cuarto árbitro está ahí para prevenir una agresión verbal», señaló, subrayando la importancia de mantener la calma en el fragor del campo.
Así pues, el clásico peruano deparó más que emociones futbolísticas: trajo una trama dramática que se sigue cocinando al calor del fervor deportivo. Entre cánticos y disputas, el balón sigue rodando, y el espectáculo continúa.
