La Selección Mexicana se prepara para un épico enfrentamiento contra el Valencia el próximo 12 de octubre en el Estadio de Puebla. Este partido no es uno más en el calendario, sino que marca un emotivo adiós para Andrés Guardado. El querido ‘Principito’ de la afición mexicana se despedirá del césped que lo vio nacer como futbolista internacional, en un homenaje lleno de nostalgia y orgullo.
La Afición Divide Opiniones: ¿El Tri Mermado en Casa?
En el aire flotan preguntas como balones en un estadio: ¿está la afición distanciándose del Tri en México? La promoción para el partido contra el Valencia plantea esta inquietud, que resuena como un eco en cada rincón del país.
Uno de los grandes alicientes de este encuentro es el retiro de una de las leyendas vivas de la selección, Andrés Guardado. Desde antes del Mundial de Qatar 2022, el retiro del talentoso mediocampista era un tema a flor de piel. Guardado, con una emotiva carta en Instagram, expresó su agradecimiento: «Imposible expresar con palabras lo agradecido y privilegiado que me siento. Todos mis compañeros, los diferentes cuerpos técnicos, toda la fiel afición… gracias de todo corazón.» Estas palabras resuenan como el último acorde de una memorable sinfonía futbolística.
Guardado: El Último Baile del ‘Principito’
Andrés Guardado había dicho que volvería a sentir la camiseta de la Selección si tenía la oportunidad de un partido de despedida, y sus deseos se han concedido. «Incondicionales, estoy muy feliz de verlos con nuestra querida selección y despedirme de todos ustedes. Nos vemos en Puebla y Guadalajara,» dijo con emoción el ‘Principito’.
Más Retiradas en el Horizonte: La Propuesta del Tuca Ferretti
El siempre polémico Tuca Ferretti ha sugerido que esta no debería ser la última despedida. Durante una entrevista, Ferretti comentó que el Tri podría beneficiarse de más adioses ceremoniales. Cuando se le preguntó a quién pondría en la cancha en un amistoso de Fecha FIFA, contestó con la sabiduría de un viejo zorro del fútbol: «Yo pondría a Memo Ochoa junto a Guardado, para que se despidan juntos bajo la luz de los reflectores del estadio.» Una imagen que calaría profundo en el corazón de la afición.
En el ocaso de su carrera internacional, Guardado se va tras haber participado en cinco Mundiales y cosechado tres Copas Oro con la selección. Como un faro en la tempestad, su paso por el Tri deja una estela de 181 partidos y un legado de compromiso y pasión inconmensurable, pintando un retrato indeleble en la historia del fútbol mexicano.
Andrés Guardado y Guillermo Ochoa, dos titanes que han defendido con orgullo el verde, blanco y rojo, podrían cerrar juntos este capítulo, como dos héroes marchándose al atardecer, recordándonos que el talento es fugaz, pero el legado es eterno.