Probablemente los aficionados de los Pumas aún tengan un sabor agridulce al recordar a Eduardo «Toto» Salvio. Este habilidoso mediocampista argentino, que llegó con bombos y platillos desde Boca Juniors, ha encontrado en Lanús un nuevo hogar donde brilla con luz propia, dejando atrás su paso por la Liga MX.
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El adiós de Pumas y el renacer en Lanús
En el caluroso verano de 2024, los caminos de Pumas y Salvio se bifurcaron cuando no pudieron llegar a un acuerdo de renovación. El que fuera su ’10’, un verdadero fichaje estelar, salió por la puerta trasera del club universitario. Ahora, como un ave fénix, resurge en Lanús, equipo que alcanza las semifinales de la Copa Sudamericana 2025.
El regreso del Granate
De vuelta en su origen, Salvio ha disputado 39 partidos anotando 6 goles y dando 2 asistencias. Estos números podrían parecer modestos, pero su presencia en el campo es un baluarte esencial. Con el olfato goleador y el liderazgo que lo caracteriza, sueña con llevar a Lanús a lo más alto antes que concluya su contrato en diciembre de 2026.
El incansable camino hacia el triunfo
A los 35 años, este zorro viejo del fútbol tenía una cuenta pendiente: coronarse campeón con Lanús. En la caliente atmósfera de las semifinales, enfrentará a la Universidad de Chile, sabiendo que el título está a la vuelta de la esquina.
La deuda con Pumas
Con los Felinos, Salvio jugó 70 partidos, con 15 goles y 9 asistencias. Estos números no lograron colmar las expectativas de la afición que ansiaba un impacto más profundo. Aunque fue el capitán, sus días en el Pedregal fueron más grises que dorados. Aun así, su talento es innegable y ha encontrado en Argentina la cancha perfecta para brillar.
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El viaje de Salvio es una montaña rusa de emociones futbolísticas que nos recuerda que, como en la cancha, la vida está llena de segundas oportunidades.
