La Selección Mexicana se prepara para enfrentar un crucial 2025, un año que será clave mientras se alista para la Copa del Mundo 2026, la cual se disputará en los territorios de México, Estados Unidos y Canadá. En una declaración que resuena como un grito de batalla, el director técnico del equipo azteca, Javier Aguirre, ha mencionado los destinos donde el Tri podría pisar este año, o al menos aquellos que ha solicitado personalmente.
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¿En qué países jugará la Selección Mexicana en 2025?
El estratega azteca compartió que en su momento le solicitó a Juan Carlos Rodríguez, expresidente de la Federación Mexicana de Futbol, que se contemple jugar en tierras de Centroamérica, Sudamérica, y si las cartas se alinean, en Europa también.
«Quiero ver a los jugadores en un escenario como el Azteca, contra Italia, rodeado de la afición. Sin embargo, el jugador está más arropado ahí y podría hasta engañarnos con su rendimiento. Quiero verlos fuera de su zona de confort, en partidos en Italia, Costa Rica, Brasil, y ojalá hasta podamos ir a Argelia, Túnez, España o Japón», expresó Aguirre con vehemente convicción a TUDN.
Como un director orquestal buscando melodías armoniosas, Aguirre enfatizó: «Ahí es donde quiero verlos. Quiero ver si tienen los galones para alzar la mano y estar en el Mundial. Se necesita mucho temple mental para representar a tu país frente a tu gente».
La autocrítica de Javier Aguirre sobre el Tri
Con honestidad cortante como un bisturí, el experimentado técnico reconoció el presente del Tri, dejando claro que «todavía carece» de aspectos esenciales que busca potenciar este año, todo con la vista puesta en llegar al próximo Mundial siendo verdaderos guerreros del balón.
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Con la voz de un apasionado maestro, declaró: «Siento que la selección, bajo mi mando, aún carece de un estilo propio, de un sistema de juego claro, de un equipo base. Esto me preocupa porque el Mundial está a la vuelta de la esquina, y debemos encontrar a esos 23 jugadores y una identidad de juego que nos permita brillar en la justa mundialista».
Este ajuste de tuercas interno promete darle un filo renovado al Tri, una forja necesaria con el objetivo de que, al llegar el 2026, México en su propio césped no solo sea anfitrión, sino retumbe fuerte como un rugido en el panorama mundial.
