Renato Paiva, timonel del Toluca, ha levantado la voz con vehemencia al criticar la controvertida Regla de Menores que obliga a alinear jugadores menores de 23 años. Un sentimiento compartido también por André Jardine, estratega de las Águilas del América. Ambas figuras revelan una creciente frustración hacia una normativa que, más que impulsar el crecimiento del balompié en México, parece ser un obstáculo pesado como una losa en sus objetivos.
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La Regla de Menores: ¿Qué implica?
Desde su reimplementación en el Apertura 2024, la regla exige a los clubes un mínimo de 1,000 minutos en cancha para jóvenes nacidos entre 2001 y 2005. No cumplir con esta normativa trae severas sanciones, como la disminución de puntos y recursos económicos. Aunque su propósito es noble —promover el talento nacional—, los técnicos empiezan a cuestionar su efectividad y relevancia.
Paiva, al mando del Toluca, que sólo ha acumulado 358.8 minutos en esta categoría tras nueve jornadas, ha dejado claro que no alineará jugadores simplemente por cumplir una cuota. “La responsabilidad es que Toluca gane”, proclamó con firmeza, subrayando que su prioridad es el éxito del club antes que el cumplimiento de una norma que, a su parecer, no promueve el desarrollo de futbolistas de calidad.
Las protestas de los técnicos
André Jardine, al frente del América, también ha manifestado su desacuerdo con la regla. En sus declaraciones, Jardine puso énfasis en que su objetivo es conquistar títulos, no en formar jugadores para la selección nacional. “Aquí defendemos los intereses del América”, recalcó, insinuando que la regla se ha convertido en una carga, especialmente para equipos que buscan encabezar la clasificación.
Ambos entrenadores concordaron en que, aunque la idea de promover a los jóvenes es positiva, implementar esta normativa en un contexto tan competitivo como la Liga MX es complicado. Jardine ha destacado que en otros países no se utilizan regulaciones similares para nutrir a la selección nacional, lo que pone en entredicho la efectividad de esta medida en México.
¿Una solución adecuada?
Paiva ha sugerido una alternativa: enfocar los esfuerzos en las bases. Con 18 años de experiencia en las fuerzas básicas del Benfica, donde se ha desarrollado una estructura robusta para los jóvenes, Paiva sostiene que la solución no está en forzar la inclusión de jugadores en el primer equipo, sino en mejorar el sistema de formación y scouting.
“Si quieren encontrar soluciones para el fútbol mexicano, no es así”, afirmó Paiva, destacando junto a Jardine que el enfoque de la Regla de Menores debería ser la calidad y no la cantidad de minutos jugados. Esto plantea una interrogante crucial: ¿Está la regla cumpliendo realmente su propósito de desarrollar talentos o está creando un entorno donde la presión por cumplir con los requisitos ahoga la calidad del juego?
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Así, entre el vaivén de desacuerdos y propuestas, el fútbol mexicano se encuentra en una encrucijada que demanda soluciones efectivas y ajustadas a la realidad competitiva. La pelota está en la cancha de los directivos, quienes deberán considerar si esta regla es la vía correcta para formar el futuro del balompié nacional o si es momento de replantear estrategias.
