La vibrante noche en el Estadio BBVA estuvo llena de emociones y dramatismo, marcada por un nuevo acto del árbitro ‘Gato’ Ortiz en el crucial enfrentamiento entre los Rayados de Monterrey y San Luis. Con la obligación de remontar el 2-1 adverso que traían de la ida, Monterrey comenzó con energía la semifinal de vuelta del Apertura 2024. Desde el inicio, el equipo regio, arropado por su afición apasionada, tomó las riendas del partido, desplegando su arsenal ofensivo frente a un San Luis que eligió un esquema más cauteloso.
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La remontada que prendió fuego en el BBVA
El arquero Andrés Sánchez fue el héroe en los primeros compases del juego. Sus espectaculares atajadas al minuto 1 y 20 evitaron que los fulminantes disparos de Berterame y Ocampos rompieran el empate. Sin embargo, el tan ansiado gol de Monterrey no se hizo esperar para siempre. La recompensa llegó al minuto 46, cuando un tiro aparentemente inofensivo de Oliver Torres se escurrió entre las manos de Sánchez, desatando la locura en las gradas con el 1-0 en el marcador.
Cinco minutos más tarde, Berterame, astuto como un zorro en el área, aprovechó un rebote para firmar el segundo gol. Este tanto inflamó la esperanza regia y allanó el camino de Rayados hacia la final, beneficiándose de su mejor colocación en la tabla.
San Luis no baja los brazos
Lejos de rendirse, San Luis respondió con movimientos estratégicos. Las entradas de Vitinho y Bonatini al minuto 53 dieron un nuevo aire al equipo potosino, que comenzó a controlar más el balón y a gestar jugadas de peligro, deseosos del gol que los empujara hacia la final.
La tensión se elevó a niveles estratosféricos al minuto 68, cuando Vitinho cayó en el área tras un contacto con Héctor Moreno. A pesar de que el árbitro ‘Gato’ Ortiz inicialmente desestimó la falta, las enérgicas protestas del equipo visitante llevaron al VAR a entrar en acción.
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El penal más discutido de la noche
El momento crucial llegó al minuto 70. Tras consultar el VAR, Ortiz no dudó en señalar la pena máxima para el equipo tunero, alegando que Moreno empujó a Vitinho con la fuerza necesaria para sancionar la falta. Esta decisión encendió un mar de polémicas. Los jugadores de Monterrey se volcaron en contra del árbitro, reclamando que no hubo suficiente contacto para tal decisión en un duelo de semejante trascendencia.
Las redes sociales se incendiaron con comentarios sobre la actuación del árbitro, recordando viejas polémicas de cuartos de final ante Pumas. En medio de este tenso ambiente, Unai Bilbao tomó el balón, pero fue Salles-Lamonge quien, sereno como el viento en una tarde cálida, transformó el penal en el 2-1 del marcador global.
Así concluyó una noche memorable, donde cada minuto en el BBVA fue una expresión máxima de pasión futbolera digna de una final adelantada.
