En un giro inesperado que hace latir el corazón de los fanáticos del fútbol, Rayados de Monterrey podría tener una segunda oportunidad de hacerse con el fichaje que se les escapó como agua entre los dedos el verano pasado. Este jugador, que pudo haber desfilado en el Apertura 2024 de la Liga MX, ahora podría volver al radar del club regio. La oportunidad está en el aire, esperando ser tomada como un balón en el área chica.
¿El regreso del hijo pródigo?
Los fanáticos de Monterrey quedaron encantados con la llegada del atacante argentino Lucas Ocampos, quien vino del Sevilla por la respetable suma de 8.1 millones de dólares. Sin embargo, en esa danza de nombres y cifras, un bombazo internacional se quedó atrapado en el limbo: Memphis Depay. El delantero neerlandés, cuyo paso por el Corinthians generó tanto ruido como un gol al último minuto, podría estar en la tabla de transferencias antes de lo esperado.
Problemas financieros arrinconan al Timão
En una situación que se antoja más tensa que una tanda de penales, el Corinthians de Brasil, hogar actual de Depay, enfrenta el desafío monumental de mantener al jugador por motivos económicos. La principal preocupación radica en la salida de su patrocinador clave, Esportes da Sorte, que atraviesa aguas turbulentas al no estar autorizado para operar en Brasil.
Esta situación compromete gravemente las finanzas del club, dejando su posibilidad de sostener el contrato del atacante en el aire, al igual que un balón disputado en los tiros de esquina. Además, Esportes da Sorte debía destinar 57 millones de reales, aproximadamente 9.5 millones de euros, para cubrir parte de los ingresos de Memphis, quien tiene un salario anual de 2.2 millones de dólares hasta 2026. Toda esta incertidumbre deja al Corinthians en búsqueda de nuevas alianzas para cubrir el «caso Memphis», el cual se siente como un gigante a punto de despertar.
Monterrey en la mira
Mientras en Monterrey se aguarda con expectativa la próxima ventana de transferencias, el club podría estar afilando sus garras para acosar al depredador neerlandés que podría llevarlos a glorias en el Mundial de Clubes de la FIFA en 2025. Aunque su plantilla ya está adornada por la presencia de Ocampos, con un contrato hasta 2027 y un sueldo que roza los 1.8 millones de dólares anuales, la idea de un nuevo fichaje de tal magnitud es un lujo complicado de permitirse, similar a colocar una cereza sobre un pastel perfectamente decorado.
Este posible movimiento en el tablero de ajedrez del fútbol mexicano deja ver a la Pandilla como un león al acecho, listo para rugir y capturar un fichaje que podría cambiar el rumbo de la liga. Y así, el drama del fútbol continúa, manteniendo a los fanáticos pegados a sus asientos, con ojos soñadores puestos en lo que vendrá.