Rayados busca el pase a semifinales ante Pumas en la Liguilla del Apertura 2024, un duelo cargado de emociones y promesas. Aunque los felinos estaban adueñándose del juego desde el principio, un desliz defensivo les costó caro, dejando que los regios se adelantaran en el marcador. No obstante, la respuesta de Pumas fue veloz, y el desenlace está más que abierto.
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Un encuentro cargado de tensión
Los Pumas recibieron a Rayados con la mira clara: asegurar su clasificación a la semifinal. Tras lograr una ventaja en el partido de ida, los universitarios necesitaban de un triunfo para sellar su pase a la siguiente ronda. La afición en el Estadio Olímpico Universitario era una olla de presión, vibrando con cada pase, cada intento de gol.
Un golpe inesperado
A pesar de que los felinos estaban dictando el ritmo del juego, los dioses del fútbol son caprichosos. En un descuido monumental, Pablo Bennevendo hizo un pase fallido destinado a Julio González, que se convirtió en un regalo para la Pandilla. Germán Berterame, cual ave de rapiña, cazó el error y no dudó en cazar el balón para abrir el marcador y poner a los regios al frente.
El Estadio estalló en un grito de sorpresa; el “¡Ay, ay, ay!” de la afición local se hizo sentir como un retumbo. Pero Pumas, lejos de rendirse, mostró garra y determinación.
Réplicas y emoción a flor de piel
La respuesta fue casi inmediata. Solo cuatro minutos después del gol de Berterame, Memo Martínez, cual gladiador en la arena, llegó para resucitar las esperanzas universitarias. Con un ojo avizor y reflejos felinos, aprovechó un rechace que pegó en el travesaño y empujó el esférico al fondo de la red, poniendo el marcador 1-1. El estadio reverberó con el clamor de la afición, desatando una ola de emoción que llenó cada rincón.
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La batalla continúa, y la pregunta que flota en el aire es: ¿quién se llevará la victoria en este electrizante duelo? Con el corazón latiendo a mil por hora, el desenlace promete seguir dejando a todos al borde de su asiento.