Antes de abrirse paso a Europa en 2008, Héctor Moreno vivió un amargo trago al perder la Final contra el Atlante cuando vestía los colores de los Pumas. Desde entonces, esa espinita es un recuerdo constante en su memoria.
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Un Desafío Personal y Colectivo
En aquella ocasión, fue precisamente el duelo entre Pumas y Atlante el último encuentro de Moreno en suelo mexicano antes de hacer las maletas. Hoy, en una nueva final, su espíritu competitivo arde con más intensidad que nunca. «Es una oportunidad que no queremos dejar pasar,» confiesa Moreno, con la mirada del tigre. Por el equipo, por la unión, estamos decididos a dejarlo todo en la cancha. Este grupo ha aprendido de sus caídas, como un fénix renaciendo de sus cenizas.
Expectativas de Rayados
Esta final representa mucho más que un simple partido. Es el punto de inflexión que Rayados necesita para empezar una nueva era de gloria y títulos. «El objetivo es claro: quiero que Monterrey sume otro campeonato a sus vitrinas», advierte Moreno, quien asume el papel de líder motivador en el vestuario. Su deseo es que este sea solo el comienzo de muchas más finales por disputar.
Rival con Pedigrí
Más que un choque de titanes, enfrentar al América supone un reto colosal que requiere de toda la astucia de un zorro. Moreno no escatima en elogios para el adversario: «América es el espejo de lo que aspiramos ser. Con dos finales a sus espaldas y en busca de la tercera, su consistencia en la liga es algo de lo que aprender».
El Camino No Ha Sido Fácil
El camino a la gloria rara vez está pavimentado de rosas, y Rayados lo sabe bien. Las semifinales perdidas y las oportunidades desaprovechadas son marcas que han fortalecido más que debilitado al equipo. «Sabemos lo que hemos pasado, nuestros fieles seguidores merecen vernos triunfar y esos constantes tropiezos no nos harán retroceder. Este título lo pelearemos con el corazón en la mano y el cuchillo entre los dientes», concluye un decidido Héctor Moreno, listo para inscribir su nombre en la historia.