A pesar de que Raúl Jiménez, el delantero mexicano, se encuentra en un momento destacado en Inglaterra, su actuación en el partido entre Fulham y Manchester United dejó mucho que desear. El canterano de las Águilas del América protagonizó un encuentro complicado, donde no pudo concretar ninguna de las oportunidades que tuvo. El resultado final fue un doloroso 0-1 que dejó al equipo londinense con un sabor amargo tras el pitido final.
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La lucha de Raúl Jiménez ante la muralla Red Devil
El mexicano buscó ser la chispa que encendiera la ofensiva del Fulham, pero se topó con una defensa del Manchester United que parecía una roca inquebrantable. Jiménez tuvo varias ocasiones donde estuvo a punto de marcar, pero la suerte no estuvo de su lado. Desde el primer tiempo, su determinación brilló cuando se lanzó en busca del gol, intentando demostrar que el temor no era parte de su vocabulario.
Aunque en el minuto 36 estuvo cerca de abrir el marcador, el destino lo tenía reservado para otra cosa. El plan del Fulham fue claro: un juego directo que pudiera desgastar a los defensores del Manchester, pero no encontró el camino hacia el gol. Jiménez disparó desde fuera del área y también intentó con un ángulo ya complicado, pero el balón nunca cruzó la línea negra que separa a los goleadores de la frustración.
Cambios que desestabilizaron al equipo
A medida que avanzaba el partido, Raúl Jiménez continuó insistiendo, pero el panorama cambió cuando su director técnico, Marco Alexandre Saraiva da Silva, decidió realizar cambios que afectaron el ritmo del equipo. A pesar de que el mexicano había mostrado esfuerzo y determinación, fue sustituido al minuto 64 por Rodrigo Muniz, lo que dejó una sensación de decepción en las gradas y en el propio Jiménez, quien sintió como si se le hubiera retirado la confianza en un momento crucial.
Muniz, que entró en su lugar, no logró alterar el destino del partido, y el Fulham se despidió con el mismo marcador. La desazón era palpable, mientras los jugadores se retiraban al vestuario tras una jornada amarga, mostrando que, a pesar de la lucha, las oportunidades no siempre se convierten en goles. La derrota frente a los Red Devils deja preguntas en el aire y el firme deseo de resurgir en los próximos encuentros.