El encuentro entre Tigres y Atlas en la Jornada 6 del Clausura 2025 de la Liga MX se convirtió en un verdadero festival de emociones y fútbol explosivo. Los felinos del norte y los rojinegros de Guadalajara protagonizaron un duelo vibrante que mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos, con una victoria que quedó en manos de los locales, quienes demostraron su poderío en casa.
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Lo más destacado del Tigres vs Atlas
Luego de un tropiezo amargo en la Concachampions, Tigres llegó decidido a dejar atrás la tristeza y demostrar su calidad en el torneo local. Por su parte, Atlas sabía que necesitaba urgentemente puntos tras un inicio irregular en este Clausura 2025. Desde el primer silbato, la chispa estaba encendida y el espectáculo era inminente.
La primera gran oportunidad llegó pronto en el Estadio Universitario cuando los locales se lanzaron al ataque. En un abrir y cerrar de ojos, los regios ya estaban celebrando el primer gol. Al minuto 21, tras una exquisita combinación de pases que dejó al público boquiabierto, fue el argentino Juan Brunetta quien, con una precisión milimétrica, abrió el marcador con un potente disparo que dejó sin opción a Camilo Vargas. 1-0 y la afición estalló en jubilo.
No obstante, los rojinegros no tardaron en responder. El clima se enchufó aún más cuando Rivaldo Lozano, el artillero atlista, aprovechó un error en la zaga felina para poner el empate en el marcador y hacer vibrar a los seguidores tapatíos. ¡1-1 y el duelo prometía más acción!
Pero la intensidad no se detuvo ahí. Cuando parecía que nos iríamos al descanso con el empate, un jugador de Atlas fue derribado en el área. El árbitro no dudó en mirar el VAR y, tras un análisis rápido, señaló la pena máxima por una falta de Joaquim. En la adición, Aldo Rocha tomó la responsabilidad de ejecutar el tiro penal, pero el experimentado Nahuel Guzmán se convirtió en un muro. El disparo chocó en el travesaño y el portero felino se quedó con la pelota, manteniendo el marcador 1-1 al término del primer tiempo.
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Ozziel Herrera y su joya
El segundo tiempo trajo consigo más emociones. A los 65 minutos, Ozziel Herrera, tras recibir un preciso pase de Brunetta, se armó de valor, encaró al arco y desató un auténtico cañonazo que se coló en la red de Vargas como un rayo en cielo despejado. ¡Qué gol! Con esa belleza, Tigres se puso nuevamente en ventaja 2-1, desatando la locura en las gradas del Estadio Universitario.
Al final, la victoria quedó en manos de los regios, quienes demostraron que en casa son un verdadero fortín y dejaron claro que tienen la vista puesta en el título. Un duelo emocionante, lleno de acción y giros inesperados, que sin duda quedará grabado en la memoria de sus apasionados aficionados.
