Tras la dolorosa derrota sufrida ante Querétaro en casa, Armando Martínez, presidente del club Pachuca, no pudo contener su frustración y estalló en el vestuario. La reciente racha del equipo, que acumula ya cinco partidos sin conocer la victoria, encendió la mecha de su descontento.

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Un audio, que se filtró en redes sociales, revela la contundente reprimenda que lanzó el directivo a jugadores y cuerpo técnico. En sus palabras, Martínez sentenció: “El que no quiera estar, no hay pedo.” Un mensaje claro y directo que refleja la gravedad de la situación en el club.
Tensión en el vestidor tras la derrota
El ambiente en el vestuario de los Tuzos se tornó tenso después de la apabullante derrota en el estadio Hidalgo. En el audio, que supuestamente fue grabado por un integrante del equipo, el presidente expresaba su indignación no solo por el resultado, sino también por la imagen del equipo en el partido.
Martínez habló de su vergüenza al ver el estadio vacío y recordó el arduo camino de 30 años que ha recorrido el Pachuca para forjar su identidad y su grandeza como club. “¿30 años para esto? No nos lo merecemos,” enfatizó, instando a todos los involucrados a reflexionar sobre su compromiso.
Un mensaje claro para todos
El directivo no se detuvo ahí; hizo un llamado a la responsabilidad, enfatizando que “la solución está en ustedes”, refiriéndose a directiva, cuerpo técnico y jugadores. Pachuca, que ha cosechado cuatro derrotas y un empate en sus últimos cinco encuentros, necesita un cambio urgente antes de que la situación alcance un punto sin retorno.

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El sentimiento de desánimo se reflejó en sus palabras: “Hoy me doy vergüenza al verme al espejo por el espectáculo que dimos. Hasta llegar a mi casa me da pena.”
A medida que la presión crece, Martínez no vaciló en dejar claro que la permanencia en el club está en juego. Con un tono que resonó como un llamado a la acción, añadió: “¿Para qué entrenamos las variantes toda la semana si salimos a dar este espectáculo caminar en la cancha?”
La tensión palpable en el vestuario y la angustia que provoca el mal desempeño generan un ambiente complicado para el técnico Jaime Lozano, quien salió con retardo a la conferencia de prensa, consciente de las repercusiones de esta crisis en el equipo.
La imagen del Pachuca está en juego, y la incertidumbre sobre el futuro de algunos de sus integrantes se cierne sobre el club, mientras los aficionados esperan que la reacción sea inmediata. La afición pide resultados, y el tiempo se agota.
