Pumas y el renacer del arco: un nuevo guardián en Ciudad Universitaria
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El Clausura 2025 ha traído una ola de cambios para los Pumas de la UNAM. Con la salida de Julio González, la portería del Pedregal ha encontrado un nuevo inquilino en Alex Padilla, pero fue Pablo Lara quien robó el protagonismo al debutar como el nuevo arquero en el encuentro de la Jornada 1 frente a Necaxa. La historia se escribió con letras doradas cuando los de CU cerraron el marcador 2-1 gracias a los goles de Rodrigo López y Jorge Ruvalcaba, con un descuento por parte de Diber Cambindo para los rayos. Pablo Lara se enfundó los guantes con tan solo 19 años y seis meses, convirtiéndose en el tercer guardameta más joven en hacer su debut con los Pumas, y rompiendo así una sequía de años sin mostrar talento canterano entre los tres palos.
La cantera auriazul: un legado en la portería
Un camino que parecía eterno llegó a su fin. Desde el Apertura 2010, los aficionados esperaban ver a un portero formado en la cantera riéndose entre las redes del primer equipo. Lara ha puesto punto final a estos 15 años de espera, siguiendo los pasos de Alfredo “Pollo” Saldívar, la última figura en debutar con Pumas. Tras la salida de Alejandro “Pikolin” Palacios en 2017, Saldívar defendió el arco universitario, consolidándose como un baluarte bajo las órdenes de entrenadores como Patiño, Marioni y Michel.
El legado de Saldívar y la promesa de Pablo Lara
Saldívar tuvo momentos brillantes, llegando incluso a ser capitán, pero las aguas se enturbiaron en la liguilla del Apertura 2018 frente al América. A pesar de atajar un penal a Roger Martínez en el primer partido, la vuelta en el Estadio Azteca se tornó caótica, sembrando dudas entre la afición. Eventualmente, Saldívar partió al Toluca para el Guardianes 2020 y, tras su retiro, los recuerdos de su liderazgo dieron paso a la esperanza en la figura emergente de Pablo Lara.
Mientras Pumas se sumerge en este nuevo capítulo bajo el timón de Gustavo Lema, Pablo Lara sueña con dejar huella en Liga MX, llevando la estafeta con el entusiasmo de quien busca escribir su propia historia, como un ave fénix que se alza sobre los cielos auriazules.