Se ha definido el cuarto clasificado para las semifinales del Apertura 2024, y lo hizo con una victoria electrizante de 5-3 sobre Pumas en un partido que tuvo más giros que una montaña rusa. Pero, ¡vaya que estuvo lleno de controversias! La actuación del arbitraje dejó mucho que desear, con decisiones que parecieron favorecer a Monterrey en momentos clave del encuentro.
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Un duelo lleno de emociones y polémica
El encuentro entre los Universitarios y los Rayados no solo brilló por la cantidad de goles, sino también por las decisiones arbitrales que fueron como el chile en la salsa: muy picantes. Un error defensivo de Pumas abrió el marcador a favor de los regios, pero los locales respondieron firmemente y emparejaron las acciones rápidamente. Sin embargo, hubo dos jugadas en el área que dejaron a todos preguntándose «¿y el penal?», una sujeción a Memo Martínez y un empujón descarado a Chino Huerta que parecían ser motivo suficiente para señalar la falta, pero el silbante decidió ignorarlas.
El festín de goles en la segunda mitad
Tras un primer tiempo que finalizó 1-1, el segundo tiempo se convirtió en un verdadero carnaval de goles. Tan solo diez minutos después de iniciada la segunda mitad, Lucas Ocampos, quien vio reducir su sanción tras la expulsión en la jornada anterior, lanzó un misil desde fuera del área que dejó sin oportunidad al portero auriazul, poniendo el marcador 1-2.
Pero la magia no se detuvo ahí. Ignacio Pussetto, con la agilidad de un felino, aprovechó un rebote del arquero de Monterrey para igualar el partido nuevamente, dejando a la afición en un estado de éxtasis. Sin embargo, la alegría sería efímera, ya que Germán Berterame volvió a poner al frente a los visitantes a los 73 minutos, poniendo a Pumas contra las cuerdas. Y como si se tratara de una melodía ensordecedora, ¡Gerardo Arteaga se unió a la fiesta! Con un golazo desde lejos, estiró la ventaja a 4-2, dándole un golpe casi letal en el alma al sueño de los universitarios.
No obstante, Memo Martínez logró descontar y encendió la esperanza en los corazones auriazules, pero un error garrafal de Julio González sentenció el duelo con el 5-3 final, enfriando los ánimos en el Estadio Olímpico Universitario y enviando a Monterrey a las semifinales. Ahora, los Rayados aguardan a su siguiente rival, que saldrá de la pelea entre Tigres y Atlético de San Luis, mientras Pumas se queda con la sensación de que las decisiones arbitrales fueron un verdadero ladrón en la noche. ¡El fútbol sigue siendo un espectáculo lleno de emociones!