Todo apunta a que Grupo Salinas utilizó al Mazatlán para evadir al SAT. Los Cañoneros se encuentran en el epicentro de una tormenta polémica, aunque de manera indirecta, debido a las acciones de su dueño. El empresario Ricardo Salinas Pliego está nuevamente en el ojo del huracán.
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En una revelación realizada por el diario El Proceso, se indica que «Ricardo Salinas Pliego simuló que construiría una instalación deportiva pública para evitar el pago de más de 70 millones de pesos al SAT». Este informe ha generado un sismo en el mundo del fútbol mexicano, poniendo nuevamente a Salinas Pliego como uno de los dueños más controvertidos en la Liga MX.
Uso de empresas del Grupo Salinas
La información indica que cinco de las empresas de Grupo Salinas dejaron de pagar un total de 76.3 millones de pesos al SAT. Estas empresas argumentaron que los fondos se destinarían a la construcción de un Centro de Alto Rendimiento en Mazatlán, beneficiando a 500 atletas locales dentro de Sinaloa. Sin embargo, en lugar de lo prometido, se construyeron tres canchas para el entrenamiento del Mazatlán FC en un terreno propiedad del gobierno de Sinaloa. Esto ha sido señalado como una «nueva estafa al Servicio de Administración Tributaria (SAT)».
Evadiendo impuestos con Efideporte
Es evidente que Grupo Salinas utilizó al Mazatlán para evadir al SAT. Esta nueva situación pone nuevamente en tela de juicio a Ricardo Salinas y su historia de evasión de impuestos, una vez más involucrando a la Liga MX de forma indirecta. La herramienta utilizada fue el programa de estímulos fiscales del gobierno federal conocido como Efideporte, que permite a las empresas destinar fondos a la construcción o remodelación de instalaciones deportivas y al desarrollo de deportistas de alto rendimiento.
Las empresas Afore Azteca, Arrendadora Internacional Azteca, Seguros Azteca Daños, Seguros Azteca y la petrolera Typhoon Offshore, todas de Grupo Salinas, fueron las que aportaron el dinero. Esto le permitió a Salinas Pliego «ahorrarse al no pagarle al SAT» mientras construía las tres canchas de fútbol para beneficiar a su propio equipo. Esta acción viola la normatividad del Estímulo Fiscal al Deporte de Alto Rendimiento (Efideporte), la cual estipula que el dinero autorizado «no deberá ser desviado de su objetivo». De no corregirse, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) tendría que revocar el estímulo fiscal a las cinco empresas.
Víctor Manuel Vucetich menciona que han subestimado al Mazatlán «Empezamos como el patito feo”.
En definitiva, este nuevo capítulo en la saga de Salinas Pliego y el SAT es solo una muestra más de cómo las figuras más poderosas del fútbol mexicano pueden evadir sus responsabilidades fiscales usando sus propios equipos como escudos. Esto deja en claro que, en el juego del poder y el dinero, no hay fuera de lugar posible.