El portero argentino Marcelo Barovero, conocido en el circuito futbolístico como «Trapito», ha decidido ponerle fin a su larga y exitosa carrera deportiva. Con 40 años de edad y más de dos décadas bajo los tres palos, el arquero que alzó trofeos con Rayados y Necaxa finalmente cuelga los guantes.
Se despide una leyenda del arco
Pese a que Barovero aún no ha emitido un comunicado oficial sobre su retiro, el periodista argentino Germán García Grova ha revelado que la decisión está tomada. «Marcelo Alberto Barovero se retira del futbol profesional. Se lo comunicó a compañeros y dirigentes de Banfield. Buscarán revertir su decisión para que siga jugando», anunció Grova.
Un legado inolvidable en México
En tierras aztecas, Barovero será recordado como el bastión defensivo que llevó a Rayados a conquistar el Apertura 2019 en la Liga MX, así como el título de la Copa de Campeones de Concacaf. Con Necaxa, «Trapito» no se quedó atrás, levantando la extinta Copa MX y otorgando a los Rayos su primer título en casi dos décadas.
Más allá de los estadios mexicanos
Con más de 700 partidos oficiales a sus espaldas y habiendo defendido la camiseta de ocho clubes, Barovero se retira con un total de nueve títulos en su haber. Entre ellos, destaca sin duda la Copa Libertadores conquistada con River Plate en 2015, un logro que aún resuena en los corazones de los fanáticos millonarios.
Un adiós lleno de emociones
La noticia de su retiro deja un vacío en la portería que será difícil de llenar. Su habilidad para detener balones imposibles y su temple en momentos cruciales, como aquel inolvidable penalti parado en la final de la Libertadores, son recuerdos que vivirán en la memoria colectiva del fútbol. Barovero no solo fue un guardián del arco, sino también un líder en el vestuario y un referente para futuras generaciones.
Marcelo Barovero se despide del fútbol orgulloso de una carrera llena de éxitos y de logros que sonrojan a cualquier mortal. Sin duda, los aficionados seguirán recordando sus hazañas, como diría un sabio: «el fútbol es tan hermoso como el corazón de un buen arquero».