El camino hacia un Mundial de Fútbol es un laberinto lleno de desafíos, tanto para jugadores como para técnicos, y a veces hay decisiones difíciles que deben tomarse. Es como un baile complicado, y a veces hay que dejar a alguien sin su pareja de baile, justo cuando la música está por empezar. Esto fue lo que vivió Miguel Herrera cuando dejó fuera a Moisés Muñoz del Mundial de Brasil 2014, una decisión que por muchos años quedó envuelta en misterio.
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El «Piojo» rompe el silencio después de una década
Una década después, Miguel «Piojo» Herrera, ese director técnico que dejó huella, finalmente explicó su decisión en una entrevista con Sandra de la Vega. Para quienes seguíamos de cerca al América en esos días, fue un giro inesperado que dejó a Muñoz fuera de la lista de los 23 seleccionados a pesar de haber sido dirigido por Herrera en las Águilas.
La razón detrás de la exclusión
El «Piojo» puso todas las cartas sobre la mesa y aclaró que no se trató de cuestionar la calidad de Muñoz bajo los tres palos. En cambio, el tema fue la dedicación y compromiso. Así, Herrera lanzaba una bomba que Moisés nunca había escuchado: una comparativa entre la actitud de Muñoz y la de los otros porteros de la convocatoria, como Guillermo Ochoa, Jesús Corona y Alfredo Talavera.
“Memo, Chuy y Talavera trabajaban muchísimo. Moy, como siempre te lo dije, tú trabajas menos que ellos. Tú hacías 20 repeticiones y te ibas, y ellos querían más y más’.”
MIGUEL HERRERA
Lecciones del pasado para el futuro
El recuerdo aún está fresco para el actual director técnico de la selección de Costa Rica, quien reflexiona sobre aquellos días: el verdadero factor determinante fue el ardor y dedicación mostrados por los otros arqueros, quienes lucharon con uñas y dientes por un lugar en la Selección Mexicana. Y aunque Moisés Muñoz afirmó en una entrevista previa que desconocía el motivo real de su exclusión, la claridad finalmente llegó, como el sol después de una tormenta inesperada.
En el fútbol, cada decisión es como una jugada maestra; a veces, la más pequeña diferencia es la que define si los sueños de la cancha se convierten en realidad o se desvanecen en el aire, como un tiro que rozó el travesaño.
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