El camino actual de James Rodríguez en la Liga MX no refleja todo su potencial, y el mediocampista colombiano comienza a evaluar su futuro en el fútbol. Su principal meta, bien sabido, es presentarse en la próxima Copa del Mundo 2026 en la mejor forma posible. Aunque se siente cómodo en el León, su situación familiar, ya que su familia reside fuera de México, complica su posible renovación contractual al finalizar este ciclo.

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Con un verano prolongado a sus espaldas, el inicio del Apertura 2025 ha sido un reto para este experimentado jugador. James, quien proviene de clubes de renombre como el Real Madrid, ha decidido tomarse un tiempo para estar con su familia y, tras no haber realizado la pretemporada, se encuentra recién adaptándose al vertiginoso ritmo del fútbol mexicano.
La ausencia de su familia en Guanajuato ha impactado su rendimiento en el campo. Samuel, su pequeño hijo, permanece en Miami junto a su madre y su abuelita, una condición que influye indudablemente en el estado anímico y físico del cucuteño.
Con un carácter reservado, James raramente comparte detalles de su vida personal. Sin embargo, en una conversación íntima con Edu Aguirre, dejó entrever sus preocupaciones hacia el futuro de sus hijos, expresando un deseo paternal que resuena con fuerza:
“Él ahora juega al fútbol, pero no quiero que sea futbolista. Es mucha presión y expectativas. Todos creen que debe ser incluso mejor que yo,” señaló James sobre su hijo de seis años.

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Más adelante, James confesó que, si la pasión de Samuel se inclina hacia el deporte, lo apoyará, pero no oculta su preferencia por que el pequeño elija una carrera distinta. En la misma charla, dejó entrever que su hija Salomé tiene el sueño de que su papá siga jugando hasta los 39 años. La pregunta en el aire: ¿permanecerá en la Liga MX después del Mundial 2026?
Parece que el futuro de James está en una encrucijada, donde el amor por su familia y la pasión por el fútbol se entrelazan en una danza de incertidumbre. ¡El espectáculo está servido!
