El delantero griego Georgios Giakoumakis ha aterrizado en Cruz Azul con la esperanza de ser el héroe goleador que la afición tanto anhela. No obstante, este artillero no solo hace ruido con su olfato para el gol, sino también por una táctica motivacional que ha encendido un encarnizado debate.
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Según se ha informado, el atacante de 29 años ha propuesto un incentivo a sus compañeros: una recompensa de 500 dólares—alrededor de diez mil 250 pesos mexicanos—por cada asistencia que culminen en sus anotaciones con «La Máquina». Este movimiento es como un tiro de esquina que divide, pues mientras algunos lo consideran un ajuste estratégico, otros aseguran que podría ir en contra de la esencia pura del fútbol.
El recorrido goleador y los «premiados» de Giakoumakis
En la presente temporada de Liga MX, Giakoumakis ha marcado su firma con dos goles en cuatro partidos. Su primera diana llegó en la Jornada 4 frente a Necaxa, gracias a una asistencia del joven Amaury Morales, quien con 29 años lucha por hacerse un hueco constante en el primer equipo; su segundo gol fue un destello de oportunidad, cuando se adelantó tras un rebote del guardián del arco de Xolos, José de Jesús Corona.
Durante el Apertura 2024, el delantero habría «premiado» ya en seis ocasiones a sus aliados. Con siete goles a su nombre en tan solo su primer torneo con los celestes, las asistencias han sido obra de varios artistas del balón: ‘Nacho’ Rivero, Carlos Rodríguez, Rodolfo Rotondi, Jorge Sánchez, Gonzalo Piovi, Ángel Sepúlveda, y el ya mencionado Amaury Morales.
El impacto económico del jugador mejor pagado
La noticia cobra mayor peso al recordar que Giakoumakis es actualmente el jugador con el salario más elevado en Cruz Azul. Ingresando la impactante cifra de tres millones de dólares anuales, busca mantener su estatus de estrella, un perfil que consolidó durante su paso por la MLS con Atlanta United como jugador franquicia. Para este coloso del gol, cada pase tiene una flecha que señala su dirección.
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Controversia en el mundo del fútbol
Sin duda alguna, el prometido incentivo ha levantado polvo y debate. Aunque visto por algunos como un simple gesto de gratitud, otros, incluidos periodistas influyentes, consideran que esta práctica podría desvirtuar la naturaleza del juego. Un veterano de las palabras del deporte expresó: “De la incentivación a la corrupción, hay tan solo un pequeño paso…”.
Lo indiscutible es que Giakoumakis ha demostrado ser un auténtico cazador del gol. Y si su estrategia mantiene a la Máquina a toda marcha hacia el éxito goleador, difícil será encontrar un aficionado entre los celestes que se queje. La meta es el trono de máximo goleador, y el griego va por ese balón de oro, como un águila por su presa.
