La Jornada 11 del Apertura 2024 de la Liga MX nos ofreció un festín de goles en el enfrentamiento entre Mazatlán y los Gallos Blancos de Querétaro. Un choque electrizante donde los dirigidos por Víctor Manuel Vucetich no lograron concretar sus ocasiones, dejando escapar el triunfo bajo el soleado cielo mazatleco, en un festival de fallas defensivas.
Raúl Camacho, el oportunista infalible
El partido arrancó con una pifia memorable por parte de la defensa queretana. Raúl Camacho, con la olfato de un depredador del área, capitalizó dos errores consecutivos para poner el 2-1 parcial antes del descanso. Fue como si el balón hubiera tenido un imán pegado a sus botines, cortesía involuntaria de los defensores rivales. En el minuto 16, el destino jugó con los Gallos Blancos cuando Federico Lértora intentó cortar un pase filtrado, pero terminó habilitando a Camacho. Solo frente a Guillermo Allison, el cañonero mazatleco definió con serenidad y precisión.
El reflejo inmediato de Querétaro
La escuadra queretana no bajó los brazos. Apenas tres minutos más tarde, una jugada llena de garra en el área chica culminó con un doble remate que hizo levantar al público de sus asientos. Después del heroico intento de cierre de Hugo González, Lucas Rodríguez aprovechó un balón suelto para igualar el marcador y devolver el alma al cuerpo de los Gallos Blancos.
Oportunidades perdidas y justicia divina
Mazatlán tuvo en su haber múltiples chances de sentenciar el duelo, pero la puntería les fue esquiva. A pesar de la entrada de hombres frescos como Darío Benedetto y Juan Eduardo Robles para Querétaro, faltó contundencia y el poder necesario para cambiar el rumbo del partido. Entre torpezas y aciertos, el reloj seguía su curso mientras el suspenso llenaba el lugar.
La vibrante igualdad de Rubin
Cuando parecía que Mazatlán se llevaría los tres puntos, el reloj marcaba el 94 y un rayo de esperanza iluminó el camino para los visitantes. Como una carambola de billar ejecutada a la perfección, Rubio Rubín encontró el hueco para igualar la pizarra tras un pase filtrado de Alan Medina. Aún hubo un suspiro más cuando ‘Titi’ Rodríguez tuvo la gloria a su alcance, pero decidió el egoísmo sobre el pragmatismo, dejando a Hugo González como el héroe silencioso.
El empate dejó un sabor agridulce a ambos equipos, como un platillo sin sazón suficiente. A la espera de encontrar la consistencia tan buscada, Mazatlán y Querétaro deberán seguir trabajando si quieren ser protagonistas en un torneo lleno de sorpresas.