En una noche que pintaba épica en el Estadio Jalisco, James Rodríguez se estrenó con el León como si estuviera guiando una orquesta hacia la gloria. Su debut fue la chispa en la gasolina esmeralda, llevando al equipo a una remontada memorable frente al Atlas, aunque una sombra de controversia amenaza con empañar el celebrado triunfo.
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El estreno de ensueño de James Rodríguez
James Rodríguez irrumpió en el césped al minuto 64, como un salvador en una película de héroes cuando el marcador aún mostraba un 1-0 en contra. Con la cinta de capitán en su brazo, James se echó el equipo al hombro. Mostró su magia innata al lanzar un caño fantástico, coronando su actuación al provocar un penal que Adonis Frías convertiría para firmar el empate. La saga continuó y en un final de fotografía, Jhonder Cádiz selló la remontada con un gol en tiempos de descuento, desatando una euforia en las gradas.
Controversias fuera del campo
El idilio de León tras el debut del colombiano podría tener un final inesperado. Andrés Guardado, quien no estaba siquiera convocado para el juego, realizó calentamientos pre-partido, lo cual infringe las reglas. Como las reglas del torneo establecen, solo quienes están inscritos en la alineación pueden realizar actividades oficiales del partido.
Consecuencias que se avecinan
La participación de Andrés Guardado en actividades previas al encuentro es vista como un posible error fatal que podría costarle caro al León. Según dictan las normas, una infracción de este calibre podría acarrear sanciones que van desde multas hasta la pérdida de los valiosos puntos conseguidos en el campo. Si las autoridades deciden aplicar una sanción severa, el León podría ver su victoria revertida, dejando a James y compañía sin la recompensa de su heróico esfuerzo.
Este desenlace hace que en León se apaguen las luces del escenario triunfal para preguntarse si el espectáculo será anulado por un simple error del guion. En este volcán de emociones que es el fútbol, cada minuto cuenta, dentro y fuera de la cancha. Así, el desenlace final todavía pende de un hilo, mientras la afición espera una resolución que ponga la palabra final a una noche marcada por la magia y la polémica.