El emocionante encuentro entre el América y el León abrió la jornada 9 del Clausura 2025 con un espectáculo digno de las mejores tardes de fútbol. Desde el primer silbatazo, el duelo prometió acción, y las Águilas, dirigidas por André Jardine, no tardaron en hacer sentir su presencia en el Estadio Ciudad de los Deportes.
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Los locales comenzaron con el pie derecho, marcando rápidamente el primer gol del encuentro. Tras una jugada que dejó a muchos con dudas, Brian Rodríguez realizó una finta que podría entrar en discusión durante días sobre si realmente tocó el esférico o no. Pero el desenlace de la jugada fue claro: Henry Martín, en un movimiento que podría haberle costado el offside, habilitó a Alejandro Zendejas, quien con un toque afortunado y un desvío de la defensa, puso el 1-0 en el marcador.
A pesar de ese arranque vibrante, el León, que llegó como líder del torneo, mostró garra y supo reponerse rápidamente. Minutos más tarde, tras una oportunidad malograda por parte de las Águilas, la Fiera aprovechó los espacios. En una jugada de contragolpe, Stiven Mendoza se lanzó por la banda izquierda y envió un centro maestro. La estrella colombiana, James Rodríguez, cayéndose al suelo, la metió en el arco, anotando así el empate al minuto 32 y encendiendo la pasión de los seguidores esmeraldas.
El segundo tiempo trajo consigo una dosis adicional de drama y polémica. La primera controversia sobrevino cuando se alegó una falta en el área del León que dejó a más de uno preguntándose si el VAR debería haber intervenido. Comentarios a favor y en contra llenaron las redes sociales, pero el árbitro mantuvo su decisión de dejar el juego continuar.
Cuando parecía que el América iba a recuperar la ventaja, lograron anotar nuevamente, esta vez con un potente cabezazo de Ramón Juárez. Sin embargo, el festejo duró poco, ya que el VAR se hizo presente para anular el gol debido a un fuera de juego muy ajustado. La tecnología demostró que, en esta ocasión, la regla es más dolorosa que la pasión misma del juego, y las Águilas se quedaron con las ganas de gritar gol.
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A medida que el reloj avanzaba, el partido fue un ir y venir de emociones, con jugadas que retumbaban en las gradas y una tensión palpable entre los aficionados. Sin embargo, el silbatazo final dejó las cosas en un empate 1-1, un resultado que mantiene al León en la cima de la Liga MX y deja a las Águilas con el sabor amargo de la oportunidad perdida. Un choque que, sin duda, quedará grabado en la historia del torneo por su intensidad y la lucha titánica entre dos grandes del balompié nacional.
