En una noche mágica en el SoFi Stadium de Los Ángeles, la Selección Mexicana alcanzó la gloria al coronarse campeona de la Concacaf Nations League con un electrizante triunfo de 2-1 frente a Panamá. El héroe de la noche fue Raúl Jiménez, quien brilló con un espectacular doblete bajo la guía del estratega Javier «Vasco» Aguirre, consiguiendo así el primer título de México en este prestigioso torneo.
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Raúl Jiménez: El hombre del momento
Desde el pitazo inicial, el Tri salió al campo con la intensidad de un jaguar en caza, y fue Raúl Jiménez quien marcó la diferencia. Apenas iniciado el encuentro, Jiménez aprovechó una flaqueza defensiva entre Harvey y el guardameta Mosquera, conectando con sutileza un cabezazo que puso a México en ventaja. Fue como si el gol hubiera desatado un carnaval anticipado entre la afición mexicana.
Reacción panameña y empate inesperado
No obstante, en un giro inesperado del destino, Panamá mostró su conocida garra. Un penal concedido por Johan Vásquez dio lugar al empate panameño, gracias a la ejecución de Adalberto Carrasquilla, dejando el partido en tablas justo antes de ir al descanso.
Drama en los últimos minutos
Cuando el juego parecía encaminarse al tiempo extra, el destino volvió a sonreírle a México. Al minuto 90′, una mano de Sebastián Córdova dentro del área brindó a México un penal crucial. Con el peso del mundo sobre sus hombros, Raúl Jiménez mostró su calidad como un gigante de maratón, ejecutando el penal con frialdad suprema para sellar la victoria. ¡El título ya tenía dueño y era el Tri!
Las emotivas palabras de un campeón
Al concluir el encuentro, envuelto en una marea de abrazos y alegría, Jiménez compartió sus emociones con la prensa: «Deja de lado los goles. Defendimos cuando teníamos que hacerlo y afortunadamente ganamos», reflexionó, mostrando la humildad propia de un verdadero campeón.
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Un título con sabor especial
El delantero del Fulham no ocultó su felicidad por este hito en su carrera: «Estoy muy feliz y contento. Es mi primer Final Four y qué mejor que quedar campeones. Afortunadamente, nunca perdí una final con la Selección y quiero seguir por este camino», expresó con entusiasmo.
Con su increíble desempeño y los dos goles decisivos, Raúl Jiménez fue nombrado mejor jugador de la final, consolidándose como una pieza insustituible para el equipo. Como rey Midas, cada toque del delantero se transformó en oro, llevando a México a lo más alto del podio de la Nations League.
