En el corazón del universo Azul y Oro resuena una pregunta crucial: ¿qué suma de decisiones esperan a Pablo Lara? El joven arquero de los Pumas de la UNAM comenzó el Clausura 2025 al mando del arco con la energía de un león en sus primeros rugidos, deslumbrando en las jornadas iniciales. Pero la pasión y el auge que acompañaron su debut han sido como la espuma de la playa, que se desvanece con el paso del tiempo.
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El reto tras el cambio
Con el dorsal ’35’, Lara se convirtió en la muralla de los primeros 7 partidos del semestre, sumando un total de 630 minutos. Durante esos encuentros, no solo fue el muro defensivo de los Pumas sino que también se consolidó como titular en la Selección Mexicana Sub-20. Sin embargo, la salida del técnico Gustavo Lema cambió el curso, como un viento que cambia de dirección en plena tormenta.
El nuevo viento bajo los tres postes
El fichaje de Alex Padilla, con miras a ser el guardián del arco titular, redibujó el tablero. Bajo la égida de Lema, Padilla, quien llegó del Athletic de Bilbao, se ganó la titularidad en la Copa de Campeones de la Concacaf 2025 y también guardó el arco en el Clásico Capitalino de la Liga MX. Lara, por su parte, ha estado fuera del terreno en ocho partidos, quedando relegado a jugar con la Sub-23, en busca de hacerse con la confianza del nuevo DT, Efraín Juárez.
"Saben perfectamente que confío en los dos porteros. Lo poquito que he podido ver es que son amigos (Alex Padilla y Pablo Lara). Hay una competencia y tienen los objetivos claros. Vamos día a día. Después veremos y siempre tendré que ponerlos, yo soy el que decide", comentó Efraín Juárez, dibujando un panorama de competitividad amistosa.
¿Prestar o no prestar? Esa es la cuestión
Los Pumas están frente a un dilema que parece sacado de una telenovela futbolística: ¿qué hacer con Pablo Lara? Este guardameta de apenas 19 años, que posee el talento como un diamante en bruto, deja entrever un futuro prometedor con los Universitarios. Aunque su contrato con los Felinos aún es un misterio, se intuye que desde el Pedregal desean mantenerlo como un tesoro en su plantel.
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El antecedente de la salida de Julio González y Gil Alcalá deja a Padilla como el presente seguro bajo las redes, mientras que Lara acecha como el futuro de los leones. Su potencial es gigantesco, y no se vislumbra lejana la oportunidad de que tome la batuta, si el destino así lo quiere.
El ocaso de Padilla, ¿el alba de Lara?
Se avecina un posible giro en el horizonte felino. Alex Padilla podría seguir con los Pumas para el Apertura 2025, pero su préstamo concluye en diciembre, momento en que los Universitarios deben decidir si ejerce la opción de compra de la carta con el Athletic de Bilbao. En caso de que la opción no se active, Pablo Lara se alzaría como el elegido para custodiar el arco del club.
La balanza está al filo, y la afición, expectante, sigue cada movimiento en esta novela que aún no ha escrito su último capítulo. Pablo Lara aguarda, con la convicción de quien sabe que las oportunidades llegan, al igual que un balón rebelde que busca el fondo de la red.
